La crisis argentina le sirvió al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, como advertencia frente a la posibilidad de que Lula gane las elecciones,evista prs para el 2 de octubre.
Este fin de semana, mientras oficializaba su candidatura por el Partido Liberal en Río de Janeiro, su cuna política, apeló a un tono belicoso para criticar a su principal rival, Luiz Inácio Lula da Silva, y comparar a su país con Argentina en caso de ser derrotado. En el acto también se dio a conocer su compañero de fórmula, Walter Braga Netto, exministro de Defensa.
Bolsonaro convocó a los suyos a salir a las calles el 7 de septiembre, fecha en la que en 2021 hubo concentraciones a su favor, para atacar al Supremo Tribunal Federal (STF).
Les pidió a los jóvenes en particular, que prefieren al líder del Partido de los Trabajadores, que miren dónde están yendo Venezuela y Argentina, con un 50% de pobreza, en clara alusión a aquello que llama dolores del comunismo.
También avisó, al mejor estilo Donald Trump, que podrían ser vulneradas las urnas electrónicas. Señal de que, en caso de ser derrotado, podría denunciar un fraude.
Los asesores de campaña le habían recomendado a Bolsonaro enfocarse en una agenda centrada en la economía; los esfuerzos del gobierno por disminuir los precios de los combustibles y reforzar ayudas sociales, y abandonar polémicas como los ataques a las urnas electrónicas, de modo de ablandar su imagen y mostrarlo menos furioso.
Ni modo, como se dice en México. El último sondeo de Datafolha, realizado en junio, mostró a Lula con un 47% de intención de voto, seguido por un 28% de Bolsonaro.
BL PAR
