Nayib Bukele apuntala con mano dura su popularidad en El Salvador
Después de nueve meses en estado de excepción, el Presidente nota que sus medidas contra las pandillas le han dado un rédito en su índice de aprobación.
Mano dura, la solución de Nayib Bukele a la ola de violencia en El Salvador |
Bloomberg
El estado de excepción permite a la policía aplicar la mano dura contra las pandillas. En especial, la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18.
Si bien los crímenes han disminuido, la persecución contra las bandas criminales ha sido criticada por organismos defensores de los derechos humanos como Human Rights Watch y Cristosal por la falta de garantías para los ciudadanos. En menos de un año, hubo 1.000 casos graves de violaciones, abusos y la muerte de al menos 90 personas bajo custodia del Estado salvadoreño.
Un sondeo de LPG Datos del diario La Prensa Gráfica, de El Salvador, dice que el 87,8% de los salvadoreños aprueba los tres años y medio de gestión de Bukele, entonado para postularse a la reelección en 2024, y que el 89,5% está de acuerdo con el combate contra las pandillas.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Otra encuesta, hecha por la ONG Fundaungo, indica que el 89,8% aprueba el régimen de excepción, renovado cada 30 días en ocho ocasiones en 2022. Los organismos humanitarios acusan al gobierno de Bukele de haber movilizado a miles de policías y militares para cercar y arrestar a presuntos integrantes de las bandas.
La procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Raquel Caballero, confirmó que 2.100 personas han sido liberadas durante el estado de excepción por no tener vínculos con las bandas criminales y anunció que en enero ejecutará un plan de verificación sobre la situación en las cárceles con la ONU y la Comisión Interamericanas de Derechos Humanos (CIDH).
El plazo de detención administrativa se extendió de 72 horas a 15 días. Se suspendió el derecho de asociación y se permitió a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de quienes se consideran sospechosos.
Los detenidos perdieron su derecho a ser informados de los motivos de su aprehensión y a acceder a un abogado para su defensa. Bukele ordenó que los pandilleros encarcelados solo reciben dos comidas por día, que consisten en dos tortillas para tacos, una porción de frijoles y huevo.
Les retiraron las colchonetas para dormir y los encerraron en pequeñas celdas en las que viven hacinados.
