Carla Carrizo, diputada radical, analizó el crecimiento del radicalismo en Juntos por el Cambio. "Hay nuevos líderes que son muy competitivos y aportan muchísimo a la coalición”, destacó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (101.9). Además, su evaluación de las elecciones porteñas.
¿Creés que se está gestando un triunfo cultural del radicalismo, a partir de la baja de intensidad de los valores peronistas en las nuevas generaciones y, por el contrario, una revalorización radical?
Coincido en que hay una revalorización del radicalismo en la tradición política argentina. La figura de Alfonsín, en el marco de los 40 años de democracia, nos da la posibilidad de conectarnos con su liderazgo desde otro lugar, con la calma que da el tiempo. Tenemos esa perspectiva para empezar a valorar la impronta de la Argentina que renació en 1983. Entiendo que todos quieren apropiarse de una figura que hoy no existe en Argentina.
Por otro lado, se puede observar que el radicalismo trabajó mucho durante estos últimos años, hay nuevos líderes que son muy competitivos y aportan muchísimo a Juntos por el Cambio. En estos días se ha generado un debate con muchísima intensidad, pero le quiero pedir calma a mis amigos del PRO.
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Creo que es una buena decisión de Horacio Rodríguez Larreta, porque ha sido legal y legítima. Legal porque es lo que la ley indica que hay que hacer, y legítima porque genera confianza en la ciudadanía y en los actores de la coalición y no tiene una ventaja electoralista hacia otro integrante de Juntos por el Cambio. Las reglas son para todos y no hay que hacer gerencias porque el jefe de Gobierno sea del PRO.
Ese es un buen mensaje que tenemos que dar hacia la Argentina. Además, la autonomía es un valor muy fuerte en estos años, se defendió en debates relacionados a la educación y a los fondos de coparticipación, y también tenemos que ser autónomos en el modo en que elegimos.
En todas las elecciones a jefe de Gobierno se votó de forma separada a las presidenciales, en 2019 hubo una excepción y Argentina está cansada de las excepciones. La democracia no es una monarquía y los que ponen y sacan a la gente del poder son los votos.
ADP JL