El ex presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos, Carlos Fara, analizó la situación económica del país y afirmó que “seguramente influirá en las próximas elecciones” porque “el acumulado de pesimismo y mal humor social es muy fuerte" y es "difícil que se remonte”. A su vez, remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) la importancia que tiene "el fenómeno de Javier Milei".
¿Creés que la elección del año próximo se va a dirimir en el humor social con la economía?
El humor del momento va a ser fundamental, con la aclaración de que, cuando vos vas acumulando mal humor a lo largo del tiempo, es muy difícil darlo vuelta. Tiene que ocurrir una situación realmente buena, como una baja de la inflación radical, para que la gente piense que puede estar pasando algo distinto. Me parece difícil que se remonte la situación porque el acumulado de pesimismo y mal humor social es muy fuerte.
Está claro que el fenómeno de Javier Milei se ha consolidado en los últimos meses por ese descontento. Cuando ves que pasan los meses, y sigue midiendo entre 14 y 18 puntos, quiere decir que empieza a sedimentar en la opinión pública, se vuelve difícil sacarlo de la competencia. No tiene que ver tanto con lo ideológico, sino con el fastidio con el statu quo político, dentro del cual está la propia oposición.
El juego quizás no tenga que ver con la polarización, sino con que se introduce un factor adicional, el "fastidio con la casta", como diría Milei. Y eso desdibuja la naturalidad en una elección presidencial entre distintos modelos socioeconómicos. Se trata de mayor o menor intervención del Estado en la economía, para decirlo en términos muy sencillos.
Javier Milei y su polémica alianza con Bussi
¿Qué pasaría con la polarización dentro de los dos espacios mayoritarios si eligieran ser representados por candidatos como Mauricio Macri y Cristina Kirchner?
La sociedad está fastidiada con la grieta. Si la llevás a una oferta polarizada, tal cual estás ejemplificando, corrés el riesgo de que surja una alternativa que quiera salirse de la grieta.
No es tan sencillo como para que las dos coaliciones grandes elijan la polarización y se termine el juego dejando a todos afuera. La gente, en algún punto, rechaza eso. Te lleva la discusión hacia otro lado, puede ser que haya una polarización obligada en la segunda vuelta, pero te cambia el juego en la primera.
¿Qué posibilidad crees de que finalmente no haya PASO?
El año que viene vamos a tener PASO. Los números no están para eliminarlas. Creo que el oficialismo no tiene del todo claro por qué tiene que sacar las PASO.
Todo el mundo piensa en la complicación que le generaría a Juntos por el Cambio, pero hay una situación adicional. Creo que La Cámpora no termina de tener claro cómo hacer para ordenar al Frente de Todos, para que rinda lo mejor posible, en una elección que todo el mundo opina que van a perder.
Además, lo que se ve en los distintos distritos es que las PASO son un elemento de contención y que sin eso se quita la posibilidad de expresión a distintos grupúsculos en listas legislativas.
En las encuestas de opinión, la inflación figura al tope de las preocupaciones. ¿Creés que eso puede llegar a la campaña? ¿Se les va a exigir a los candidatos que digan cómo van a solucionar la inflación?
Tengo toda la impresión que sí. Me parece que va a ser parecida a la elección presidencial de 1989, en la que hubo una tercera fuerza, la UCD con Alsogaray, que hizo su mejor elección hasta ese momento. Era imposible que la inflación no entrara en el debate. La sociedad le prestó mucha atención a las declaraciones de los candidatos sobre cómo parar la inflación.
La oposición solo tiene cosas incómodas para decir, ajuste fiscal, cosas que el PRO nunca quiso hablar en campaña. La ventaja de Milei es que, como no tiene nada para perder, llega diciendo lo que se le ocurra en la campaña. Eso probablemente no cambie el curso final de la elección, pero va a generar un interrogante serio.
FM JL
