Se está frente a una Argentina donde la estructura impositiva, compuesta por impuestos, tasas y contribuciones ahogan tanto a las familias contribuyentes como a las empresas, pequeñas y medianas por igual. Esta realidad se ve reflejada en el constante crecimiento del número de argentinos que emigra del país en busca de mejores posibilidades de desarrollo. Entre los destinos preferidos Uruguay, Italia y España encabezan el ranking.
Lo cierto es que durante los últimos años el cambio de radicación fiscal fue visto como salida ante la presión impositiva. Ya en septiembre del 2020, durante lo más crudo de la cuarentena y en pandemia por coronavirus, un informe realizado por el tributarista Iván Sasovsky reveló que Argentina era el país con mayor carga impositiva. Por aquel entonces, lideraba en la región con el 106,3% superando a los países vecinos. "De cada 100 dólares que gana un empresario argentino, 106 se le debe pagar al Estado", fueron las palabras del especialista.
El tiempo pasó y la situación cambió, pero al parecer no para mejor. De hecho un posterior relevamiento y estudio del economista Marcelo Capello confirmó que la presión tributaria efectiva argentina subió cerca de 12 puntos en los últimos 20 años, ubicándose “entre las más altas de América Latina".
Agobiados, endeudados y acorralados casi el 85 % de los argentinos considera que solo debería pagar hasta un 20 % de sus ingresos por impuestos. Los datos surgen de la última encuesta de opinión pública a cargo de Giacobbe & Asociados que reveló datos que dejan en evidencia el humor social que predomina actualmente. La consulta se realizó entre el 7 y el 11 de febrero, sobre una totalidad de 2.500 casos y con un margen de error estimado en 2%. Además, el cuestionario fue estructurado con preguntas abiertas y cerradas, mediante un sistema de encuestas a dispositivos móviles.
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La reciente encuesta vino a corroborar la situación de agobio. Los participantes fueron consultados para que digan qué porcentaje de los ingresos de un individuo consideran que el Estado puede cobrarle en concepto de tasas, contribuciones e impuestos. Los resultados del relevamiento mostraron que casi el 85% (84,5), considera que lo que debería tributarse tendría que ser una suma que represente como máximo hasta el 20% de sus ingresos.
Por otra parte, el 6,8% de los encuestados considera que el Estado puede cobrar hasta el 40%, seguido del 2.2% de los preguntados que dijeron “hasta 60% de sus ingresos”, el 1.1% respondió “hasta 80% de sus ingresos”, mientras el 2.3% considera y ve con buenos ojos que los individuos contribuyan con “Hasta el 100% de sus ingresos”. Para completar el 100% del universo analizado, el 3.1% entra en el rango de quienes no supieron que responder. “Ns/Nc”.
En qué porcentaje tendrían que contribuir las empresas
Además se les pidió a los encuestados que respondan: ¿Qué porcentaje de los ingresos de una empresa considera que el Estado puede cobrarle en concepto de tasas, contribuciones e impuestos?
En este caso el 59.2% señaló que considera las empresas deberían contribuir con “hasta el 20% de sus ingresos”, seguido del 24.4% que respondió “hasta el 40% de sus ingresos”, el 7.4% “hasta 60% de sus ingresos”, el 3.6% considera que “hasta el 80% de sus ingresos” sería el porcentaje. El 3% respondió las empresas deberían pagarle al Estado “hasta 100% de sus ingresos” por tasas e impuestos. Un 2.5% no respondió “Ns/Nc”.
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Una emoción que invade a los argentinos
En la encuesta también se solicitó a los participantes que con una sola palabra dijeran que emoción los domina y les produce la situación actual de la Argentina.
El resultado de la nube de palabras en este último informe de la consultora, Informe Público de Febrero 2023 “pateando un caballo muerto”, señaló que “tristeza” fue la palabra que apareció espontánea con mayor presencia. En forma paralela muchos no supieron que responder o tal vez no pudieron definirse en un sentimiento claro: el 13% corresponde a “no sabe/ no contesta”, que apareció entre muchas otras sensaciones como la “bronca”, la “incertidumbre”, “desesperanza” y la “preocupación” que invade a los argentinos.
De acuerdo al sondeo, surgió en la nube solo una sola palabra con connotación positiva y cargada de optimismo: esperanza. Pero su aparición en la placa se revela con cierta timidez, el tamaño de la palabra denota que no es un sentimiento muy contundente. Todas las restantes, fueron negativas.
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Cabe señalar, que en la encuesta realizada hacia el mes de mayo del año pasado y ante la misma pregunta “tristeza” y “angustia” fueron las emociones predominantes. Esas fueron “las palabras más utilizadas para definir nuestras emociones respecto de la Argentina actual. La bronca nos puede llevar a la acción pero la tristeza nos abre la posibilidad de un espacio de reflexión y aprendizaje”, había referido en ese momento Jorge Giacobbe, analista político y titular de la consultora, desde su cuenta de Twitter.
En ese informe el porcentaje de personas que quedaron comprendidas en el universo del “no sabe/no contesta” fue notoriamente inferior, representó el 4,2% del total de los 2.500 casos encuestados. Es decir, pasaron nueve meses y las palabras que mejor definen el sentir actual como sociedad, indican que no solo persisten la desazón y el desasosiego colectivo sino que además, hay mucha más gente que demuestra estar alienada o desmotivada hasta para poder definir su más espontáneo sentir.
En palabras del consultor político Jorge Giacobbe, la opinión pública hoy es lo mismo que “patear un caballo muerto”, metafóricamente hablando. Porque aunque la política intenta estimularla para un lado o el otro, las emociones están estables y negativas desde hace casi un año. A su vez advierte que “las emociones priman más que lo racional, por lo cual esta emocionalidad está destinada a cambiar”.
BL JL
