La preocupación por la baja participación en las elecciones provinciales enciende las alarmas dentro del frente oficialista y se procesa un debate silencioso. ¿Conviene llamar a votar masivamente?
Cecilia Moreau |
Télam
Hay un debate silencioso que atraviesa el contexto de campaña y se mete también en el oficialismo, según informó Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
La cuestión es si llamar o no a una masiva participación en estas elecciones. No es un tema menor. Ayer, la presidenta de la Cámara Baja, Cecilia Moreau, decidió romper el silencio.
El nivel de participación es cada vez menor. De hecho, en algunos casos, el nivel de participación es el más bajo desde la recuperación democrática, como ya sucedió en las elecciones en la capital de Córdoba el fin de semana pasado.
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Algo similar sucedió hace ya casi 15 días en las PASO santafesinas. Falta gente que vaya a votar y eso también, como lo hablábamos esta mañana con el exgobernador bonaerense Carlos Ruckauf, cambia por completo los cálculos.
Ahí la gran pregunta es qué va a ser el oficialismo. ¿Va a llamar a votar masivamente? ¿Va a haber campañas publicitarias del Estado nacional explicando los detalles de las elecciones pero también llamando a votar?
Bueno, ahí hay una gran pregunta y en ese contexto, en donde todavía no está claro, cuando falta tan poco para que se concreten las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 13 de agosto, ayer Cecilia Moreau compartía su punto de vista.
“Los únicos que le pueden poner un límite a esto son los argentinos y las argentinas el 13 de agosto yendo masivamente a votar. Una de las cosas que más nos preocupan de los procesos electorales que se vienen desarrollando es la poca asistencia de gente a votar, y me parece que en agosto y en octubre tenemos que salir a votar", expresó Moreau.
Y agregó: "Tenemos que hablar con nuestro compañero, con nuestra familia, y pedirles que hagan el esfuerzo porque sabemos que las cosas no están bien, que es un momento complicado para la Argentina, pero que la mejor forma de ponerle límite al pasado violento, al pasado que, aparte, nos destruyó económicamente, socialmente y también institucionalmente, es saliendo a votar masivamente el 13 de agosto”.
Muchos consideran que va a haber un escenario de tres elecciones totalmente distintas: las PASO, la primera vuelta y el balotaje.
Algunos funcionarios en distintos despachos del Gobierno nacional y también en algunas administraciones provinciales ven los números y dicen “bueno, baja la participación y ahí hay un principal perjudicado, el principal perjudicado en este caso serían las opciones de Juntos por el Cambio y también de la ultraderecha, representada en el caso de Javier Milei”.
Ahí es donde algunos explican por qué, en este momento y en vísperas de las PASO, no nos encontramos con una campaña fuerte audiovisual en los medios convocando a votar, incentivando la participación.
Indudablemente, el discurso del Estado nacional en torno a este tema tiene que ver con la importancia de las elecciones a 40 años de la recuperación democrática, pero no aparecen señales con mucha fuerza que convoquen todos los días a poner en discusión interna la importancia de ir a votar y de dejar en un segundo plano el hecho de no participar en estos comicios.
Ahí hay una discusión porque, en el plano de las especulaciones, algunos dicen "bueno, realmente en el caso de la primera vuelta hay que ver realmente cómo impactaría esta ecuación de una disminución de la participación".
Lo cierto es que el mensaje que deja Moreau también hace otro planteo y hace recordar que en la primera vuelta también se va a definir la composición del Congreso de la Nación, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Eso conecta directamente con algunas de las especulaciones que se están haciendo en todo el arco político. No en vano Diana Mondino, entrevistada en este mismo programa, contaba cuál es su expectativa de contar con un bloque mucho más fuerte que tenga capacidad de terciar en las discusiones que se vienen.
En ese contexto, y siempre dentro del debate silencioso que late y retumba en el oficialismo, Moreau también se explayó al respecto, trató de dar más detalles y recordar que la discusión en la Cámara de Diputados y en el Senado se va a definir a partir de las generales de octubre y que en ese momento es clave la participación.
Especialmente, lo dijo para evitar después que las discusiones que puedan darse en el Congreso sean mucho más peligrosas de lo que podrían ser a partir de los cálculos que se están haciendo ahora, cuando todavía no se conoce el veredicto de las PASO y tampoco hay una decisión concreta respecto a cómo poder intervenir en el camino entre las primarias y las generales.
Al respecto, Moreau resaltó: “Tenemos que ir a votar para que no nos despertemos el 11 de diciembre de este año con una Argentina que sea como la del 2001, con Argentina como la del pasado, con Argentina donde los derechos de las mujeres, de los trabajadores, de los colectivos LGBT se vean recortados, porque eso es lo que va a ocurrir si Patricia Bullrich, Larreta y Milei se terminan poniendo de acuerdo y concentran una mayoría en este congreso, no tengan ninguna duda”.
Ahí está planteada la gran duda que surca al oficialismo en este momento. ¿Cómo convocar en este momento a votar? ¿Y si concentran los esfuerzos en las PASO o también profundizar esta discusión y llegar a finalmente una síntesis no solamente el oficialismo sino también de todos los recursos del Estado nacional para convocar a una masiva participación en las elecciones?
Para Moreau, no hay ninguna duda. Hay que convocar a votar masivamente, si no, las consecuencias se van a vivir en la Cámara de Diputados y en el Senado, dando por sentado de que en un escenario de una derrota de Unión por la Patria, independientemente de la fragmentación del voto opositor en la Cámara de Diputados, donde se cocinarían las reformas más importantes, se pondría a prueba otra alianza que comenzaría después del 10 de diciembre.
