Los chilenos rechazaron por amplia mayoría, un 62% contra un 38%, la nueva Constitución, sometida ayer a un referéndum para deshacerse de la impuesta por la dictadura militar de Pinochet.
El resultado del plebiscito es vital para el presidente, Gabriel Boric, uno de los principales impulsores de la nueva Constitución, aunque haya reconocido fallas en su redacción en la asamblea constituyente.
El pueblo chileno “no quedó satisfecho con la propuesta de Constitución que la Convención le presentó a Chile y, por ende, ha decidido rechazarla de manera clara en las urnas”, dijo Boric por cadena nacional. Y agregó: “Esta decisión exige a los actores políticos que trabajemos con más empeño, más diálogo y más respeto y cariño hasta llegar a una propuesta que nos interprete a todos, que dé confianza y nos una como país”.
Duro golpe a Boric en el plebiscito: Chile rechazó la nueva Constitución
El referéndum, que muchos asociaron con la evaluación de los seis meses de gestión de Boric, fue el cierre de un proceso de tres años iniciado en 2019 cuando en Chile, considerado hasta entonces un ejemplo de estabilidad en la región, estallaron las protestas callejeras estudiantiles en demanda de más igualdad y derechos sociales.
Un año después, el 78% del electorado decidió que quería una nueva Constitución. El texto hace énfasis en asuntos sociales e igualdad de género, consagra derechos a los 11 pueblos originarios chilenos, da prioridad a la protección del medio ambiente e introduce los derechos a la vivienda, salud y educación gratuitas.
De Pinochet al estallido social: cómo se originó la nueva constitución chilena
El triunfo del “Rechazo” posibilita que siga en vigor la Constitución de los militares que la actual oposición se negó a modificar durante 30 años.
Hace dos meses la oposición prometió públicamente que, de triunfar el “Rechazo”, le introduciría a la Constitución una decena de reformas. Entre ellas, cambiar el actual Estado subsidiario que instauró un modelo de libre mercado por un Estado social de derechos y reconocer a los 11 pueblos originarios chilenos y el derecho humano al agua.
JL PAR