No se trata de la danza de la lluvia pero bien podría compararse. Hablar de la “Siembra de nubes” puede parecer un tanto fantasioso e incluso hasta imposible, sin embargo, ya son varios los países que recurren a este novedoso sistema ante situaciones críticas.
Si bien las recientes lluvias dieron algún alivio para mejorar los parámetros de la crisis del agua que atraviesa Uruguay, sigue siendo alarmante la situación ante la falta de agua potable en el país. El panorama continúa siendo preocupante, principalmente porque la presencia de cloruro y sodio se refleja con niveles muy elevados, lo que implica que el agua que sale de las canillas sea salada y no apta para el consumo de los seres vivos. Mientras las lluvias se hacen desear las reservas se van terminando.
Paso Severino, una de las reservas de agua dulce de Uruguay, por las precipitaciones de los últimos días logró un leve incremento en su caudal. No obstante, continúa en medio de una emergencia hídrica, con menos del 2% de sus reservas habituales. En la toma de medidas que sean un paliativo y solución del problema, el Gobierno de Luis Lacalle Pou está abierto a escuchar diversas alternativas y propuestas para mitigar la crisis. En ese marco la Fuerza Aérea Uruguaya contactó a la empresa chilena Mettech, para evaluar la posibilidad de sembrar nubes que generan lluvias en el marco de la emergencia hídrica que atraviesa el país. La firma sugirió aplicar el sistema que fue efectivo en otros países.
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En concreto, la propuesta se trata de instalar una “siembra de nubes”, algo que por extraño o fantástico que suene es muy real. De hecho, la firma chilena sugirió al Ministerio de Defensa uruguayo y a OSE, la empresa estatal encargada del abastecimiento de agua a los habitantes, implementar el sistema. Aplicar este método permitiría mejorar los cúmulos de lluvia de los últimos días.
Se trata de un sistema que busca incrementar el caudal de precipitaciones y se implementa con éxito en otros países. Argentina, México y Chile recurrieron a este método, que comenzó a ponerse en práctica desde mediados del siglo pasado.
Cómo funciona el sistema
Aunque parezca mágico, el sistema tiene su explicación bien científica: el método consiste en la inyección de yoduro de plata que se acumulará en las nubes que cargan precipitaciones. La “siembra o carga de nubes” puede hacerse con el yoduro de plata quemado por aire o por tierra, y una vez que el compuesto químico asciende hacia las nubes interactúa juntándose con las moléculas de agua fría, lo que genera la magia: que aumente las probabilidades de lluvia.
Es así como por aplicación de este sistema se incrementa el caudal de lluvias que podría representar un aumento en un 25% de la cantidad de agua que llega a los embalses. Por lo tanto, si estaba pronosticado un total de 40 milímetros de precipitaciones, con el método de siembra de nubes, la cifra se incrementa hasta alcanzar entre 50 y 60 milímetros.
El sistema de siembra de nubes mediante la inyección aérea de un compuesto químico garantiza la introducción del yoduro de plata quemado directamente en las nubes con un 100% de eficacia. Para lograrlo, se utilizan múltiples bengalas cargadas con el compuesto, las cuales, al quemarse, liberan micro partículas en el corazón de las nubes mientras el avión atraviesa las mismas. De esta manera, se logra que la nube se sature de agua y provoque una mayor cantidad de precipitaciones en milímetros sobre la superficie terrestre. Cabe mencionar que este método de inyección aérea es más costoso que la alternativa de inyección por tierra. Sin embargo, abarca una superficie más acotada que podría verse beneficiada por las lluvias.
La siembra de nubes por tierra cuenta con una inyección más accesible. El sistema consiste en quemar la sustancia química en la tierra y dejar que el humo producto de la combustión, se eleve naturalmente hasta alcanzar la nube objetivo, aquella con potencial para generar lluvias. Es importante mencionar que para poder implementar este sistema es necesario contar con la presencia de nubes. El yoduro de sodio debe llegar hasta esas nubes, que si bien están cargadas de agua, al no presentarse las condiciones atmosféricas necesarias, generan lluvias escasas o en el peor de los casos, nulas. Precisamente lo que hace el yoduro de plata es poder acelerar ese proceso de modo artificial.
El sistema podría compararse con una danza para la lluvia, creencia de las antiguas comunidades que con ayuda de la tecnología se hicieron realidad. Los especialistas meteorólogos destacan que “Es de muy rápida implementación y relativamente económico, no se necesitan millones de dólares para implementarlo”.
Con la ayuda de imágenes satelitales, es posible identificar con precisión cuales son las nubes con capacidad de convertirse en tormenta que puedan generar lluvias. Es precisamente en ese momento, cuando se debe iniciar la siembra lanzando dos gramos de yoduro de sodio que alcance la base de la nube. Es por esto que los expertos aseguran que es un método no invasivo, ya que la inyección de solo dos gramos es más que suficiente para modificar las condiciones en la nube y generar que las partículas que no precipitan como lluvia, finalmente lo hagan. Tras la consulta, la empresa chilena presentó su propuesta, que está siendo evaluada por el gobierno uruguayo.
En caso de aceptar la implementación del sistema de “Siembra de nubes”, la firma realizará un recorrido por el país para hacer reconocimiento de las características geográficas y analizar el método en su variante más beneficiosa a aplicarse.
