El especialista energético, Cristian Folgar, sostuvo que el corte masivo que se dio la semana pasada en el país fue un evento excepcional. A su vez, destacó la importancia de que se pueda terminar con el Gasoducto Néstor Kirchner. "Nos permitirá importar menos energía, acumular más reservas y poder aumentar las exportaciones", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Si el sistema energético hubiera estado funcionando como debería, lo que pasó el 1 de marzo se podría haber evitado?
Lo del 1 de marzo fue un evento excepcional, que haya un incendio afecte a tres líneas al mismo tiempo. Con mayores inversiones en el sistema de transporte, podríamos tener un sistema más vallado, para (si fallan algunas líneas) tener un camino alternativo para llegar a distintos puntos del país.
En lo que refiere al transporte de energía eléctrica, o sea, a las grandes líneas de alta tensión, las grandes inversiones siempre las hizo el Estado, incluso cuando se privatizó.
Ese día se afectó un 40% de la demanda del país, la mitad del AMBA, e incluso provincias enteras que quedaron sin energía durante muchas horas.
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Esto no es solo un problema para los usuarios de luz, sino por un tema de seguridad, porque al no funcionar los trenes o los subtes se complica. Cuando hay un apagón masivo el menor problema es la falta de energía en las casas.
Los cortes que más dañan son los de distribución, que pueden durar 3 ó 4 días, afectan mucho la calidad de vida.
¿Esto tiene que ver exclusivamente con la falta de inversión? ¿Y cómo se vincula con la quita de subsidios a los usuarios en un contexto inflacionario?
El denominador común termina siendo la falta de inversión. Los motivos de esto pueden ser por déficit de gestión o de ingresos de las empresas.
Particularmente, el sector eléctrico representa distintas realidades en cada parte del país. Tenemos empresas privadas reguladas por el Estado, pero también hay empresas estatales en grandes provincias.
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El otro tema es lo que cuesta como usuario pagar la factura. Cada año las sociedades son más pobres y tenemos menor poder de compra.
Por ejemplo, al momento de comprar los bienes para brindar un servicio de energía eléctrica adecuado, muchas veces hay que importarlos, y eso es cada vez más complicado. Hace 30 años el agua era el servicio público más indispensable y hoy es la energía eléctrica.
El Gasoducto Néstor Kirchner en la mira
Fernando Meaños (FM): Al respecto del Gasoducto Néstor Kichner, ¿cómo lo estás viendo? ¿Se puede cumplir el objetivo del Gobierno de que se ponga en marcha a tiempo?
No creo que el Gasoducto Néstor Kirchner esté listo en junio. Pero el tema del tiempo está en segundo orden, la Argentina lo necesita. Cuando llegue, será bienvenido.
Esto nos permitirá importar menos energía, acumular más reservas y, en verano y fuera de los picos de consumo, poder aumentar las exportaciones.
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De todas maneras, lo que se inaugurará en este invierno es la primera etapa, porque después se tiene que multiplicar por cuatro la capacidad. Esa es la idea del proyecto.
FM: Pero si no llegamos a tiempo con esa primera etapa, significa que al Gobierno le van a faltar más dólares y será más difícil retirar los subsidios, por lo cual pagaríamos una tarifa más cara, ¿correcto?
Así es. Sin embargo, ahí hay una “buena noticia”: los valores de energía que importamos están bajando de precios. Tuvo un pico de precio muy grande a partir de la inestabilidad económica europea por la guerra, pero ahora está en una pendiente descendente.
Por tanto, vamos a tener que gastar dólares que podríamos haber ahorrado si esto ya estaba, pero quizá lo hagamos a un menor costo que lo que previmos seis meses atrás. Bajaron a la mitad de lo que estaban el año pasado.
Cuando se habla de Vaca Muerta, resurge el hecho de que, aunque se produzca más, no se puede evacuar dicha producción, ¿no?
Hoy el límite de Vaca Muerta está en la infraestructura, en cómo llevar a los mercados esa producción que se podría sacar. Eso te lo da un gasoducto o, eventualmente, una planta para llevar el gas a un estado líquido para, como se llama técnicamente, exportar los barcos. La idea es reconvertir la infraestructura argentina de importación a exportación.
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¿O sea que tenemos todo para que Vaca Muerta sea la mina de oro del país, pero debe ponerse a punto con todo lo que eso implica?
Nos falta capacidad como país de atraer inversionistas para que se desarrolle esta actividad. El recurso no es sólo lo que está abajo de la tierra, es todo. Y parte de esos recursos que nos faltan son los financieros.
Estamos fallando en darle las condiciones a la gente o a los inversores, ya sea para que lo haga ellos o para que le presten la plata al Estado para que se pueda desarrollar la obra.
AO JL
