La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó este martes por la tarde una reunión en el Senado con los bloques de legisladores que tiene el oficialismo en las dos cámaras del Congreso. El encuentro se concretó tres días después de los incidentes que estallaron el sábado por la tarde en la Recoleta, reflejó un gesto de apoyo unánime y configuró una escena desde donde la titular del Senado ratificó que continuará enfocándose en el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Antes de hablarle al centenar y medio de personas que fueron al Salón Azul a escucharla, Cristina recibió palabras de respaldo por parte de una decena de diputados y senadores. Luego llegó el momento de un discurso de 20 minutos, donde contó algunas intimidades de lo que vivió mientras la policía reprimía en la esquina de su casa.
Confió que su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, no le contó hasta el domingo las agresiones policiales que sufrió el sábado cuando llegó a la zona para encontrarse con ella. El legislador no estuvo en el encuentro y fue parte de los seis o siete integrantes del bloque que no asistieron al encuentro por distintas razones.
Mientras el evento avanzaba en el Congreso, el dirigente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, compartió algunas declaraciones con el diario Página 12 para amagar nuevamente con una eventual salida del bloque de la diputada Natalia Zaracho y sus compañeros Federico Fagioli e Itai Hagman.
Cristina, un liderazgo inconmovible
“Nos vamos del bloque de Diputados y yo personalmente veré qué hago”, dijo Grabois y le dio mas cuerpo al amague que viene anunciando desde hace tres semanas. “Nos mintieron durante 25 días. Nos dijeron que iba a haber algo para los más pobres y no hubo nada. Se olvidaron, como siempre, de los que no tienen nada de nada, de los jóvenes abandonados, los indigentes, los sin tierra, techo ni trabajo”, remarcó Grabois para darle más suspenso al plenario que realizarán este domingo.
La pieza que desató el nuevo amague de ruptura fue el anuncio que hizo este martes el ministro de Economía, Sergio Massa, sobre un aumento de 20 mil pesos para las asignaciones familiares de septiembre, octubre y noviembre destinada a las trabajadoras y trabajadores en relación de dependencia que tienen ingresos menores a 131 mil pesos.
La medida fue leída entre los movimientos sociales como una respuesta indeseada al reclamo que sostienen para la implementación de un Salario Básico Universal que iba ser canalizado mediante la creación de un ingreso complementario para las personas que viven bajo la línea de indigencia. Mientras Grabois lanzaba su nuevo amague de ruptura, Cristina le hablaba a sus legisladores.
Advierten que podría adelantarse el veredicto contra Cristina Kirchner
En su alocución también le apuntó al alcalde capitalino. “Quería plantearlo en este ámbito, que es el ámbito del Poder Legislativo de la República Argentina. Creo que tenemos que también repensar un poco el tema de esta bendita Ciudad de Buenos Aires que es la capital de todos los argentinos y que, de repente, una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles. Esto debe ser replanteado. Primero porque la Constitución no habla de autonomía, habla de que se dicte un estatuto y además porque creo que esta ciudad es la ciudad de todos los argentinos”, sostuvo Cristina.
Si bien no mencionó que en 1994 fue convencional constituyente, el dato no pasó inadvertido para quienes la escucharon presencialmente. Interpretaron que sus palabras fueron el anticipo de una posible ofensiva legislativa para discutir en el Congreso los alcances de la jurisdicción porteña desde que la Ciudad dejó de ser un territorio cuyo intendente era designado por el Presidente.
AO PAR