Los jóvenes desempleados o aquellos que no siguen ningún programa educativo representaron en 2020 un 1,5% más que en 2019. Y la pandemia del covid perjudicó más a los jóvenes de 15 a 24 años que a otras franjas etarias, sobre todo, a los que no trabajan ni estudian, llamados ni-ni, según confirmaron datos de las Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe con los últimos datos sobre la situación del empleo juvenil en el mundo presentado por la OIT sostiene que los jóvenes corren el riesgo de que sus oportunidades y logros en el mercado laboral sigan mermando en el futuro a menos que se apliquen políticas concretas para impedirlo. Eso afecta más a las mujeres que a los varones.
¿Cuál es el futuro del trabajo remoto?
La tasa global de desempleo juvenil fue del 15,6% en 2021, tres veces más que la de los adultos. En valores absolutos, 75 millones de jóvenes buscaban empleo y no lo consiguieron.
Si bien la OIT proyecta en su informe que la situación mejorará ligeramente y que el número de jóvenes desempleados bajará en dos millones a finales de 2022, en el mundo habrá seis millones de jóvenes desempleados que antes de la pandemia. En los países de ingresos medios y bajos, la recuperación del empleo juvenil será dispar.
A su vez, la guerra en Ucrania tendrá efectos negativos en el empleo juvenil. Sobre todo, en Europa y Asia Central, dónde se prevé que al culminar 2022 haya un 16,4% y un 14,9%, respectivamente, de jóvenes desempleados, un 1,5% más que la tasa mundial.
BL PAR