La decisión de la presidenta peruana, Dina Boluarte, se debe a la participación de ciudadanos bolivianos en actividades de índole proselitista a favor del expresidente Pedro Castillo, depuesto después de haber intentado disolver el Congreso para zafar de las imputaciones de corrupción de la Fiscalía.
Este lunes, por quinto día consecutivo, arreciaron las movilizaciones para pedir la renuncia de Boluarte, elecciones anticipadas y el cierre del Congreso. Trece carreteras permanecían bloqueadas.
La Defensoría del Pueblo registra 28 fallecidos: 22 en enfrentamientos y seis por accidentes de tránsito y otros hechos vinculados a los bloqueos. La Fiscalía abrió el viernes una investigación contra Boluarte y varios ministros por estos hechos.
Morales, presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, ha tenido una presencia activa en la política peruana desde que Castillo arribó al poder, en julio de 2021, hasta su destitución, el 7 de diciembre.
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Desde entonces expresó su apoyo a las protestas. En especial, la de Puno, la región aymara peruana fronteriza con Bolivia, en la cual el flujo migratorio irregular alienta la idea de una secesión, llamada Runasur.
La presidenta Boluarte le había pedido el miércoles que dejara de intervenir en los asuntos internos del país.
Morales visitó en varias ocasiones desde noviembre de 2021 la región sureña de Puno, fronteriza con Bolivia, para promover su proyecto geopolítico Runasur, que impulsa el diálogo y la cooperación entre pueblos indígenas, sindicatos, organizaciones sociales y colectivos civiles de América Latina.
FM JL