El metaverso empieza a tener su correlato económico en el mundo real. La gran apuesta de Mark Zuckerberg para relanzar Facebook, ahora bajo el paraguas corporativo de Meta, es ese espacio nuevo -definido como una red de entornos virtuales- en los que muchas personas pueden interactuar entre sí y con objetos digitales, mientras manejan avatares (representaciones virtuales) de sí mismas.
Para que eso tenga un soporte material y cada vez más visible, Meta abrirá su primera tienda física este 9 de mayo, en California, Estados Unidos.
En 140 metros cuadrados de su campus californiano, la corporación ofrecerá anteojos inteligentes de RayBan, para hacer fotos y videos cortos; dispositivos de videochat Portal, muy populares durante la pandemia; auriculares de realidad virtual Quest 2; y los híper promocionados visores Oculus.
Facebook sigue así los pasos de Google, que el año pasado abrió su primera tienda en Nueva York, donde vende los teléfonos Pixel y los altavoces Nest.
Una pareja de la India celebró su boda en el metaverso de Facebook con 3.000 invitados
“Una vez que las personas experimentan la tecnología, pueden apreciarla mejor”, razonó Martin Gilliard, jefe de la Meta Store. El plan es funcional al objetivo mayor de Zuckerberg: que los visitantes del metaverso pasen cada vez más tiempo trabajando, jugando y socializando en entornos tan realistas como el living de casa o tan oníricos como una galaxia lejana.
El metaverso es el nuevo parripollo
En medio de una tormenta global, hecha de escándalos electorales, filtraciones sobre las políticas internas y denuncias de ex empleados, estos mundos paralelos también representan la mayor apuesta para el relanzamiento del emporio Zuckerberg, quien es la decimoquinta persona más rica del mundo, con una fortuna de 67 millones de dólares.
Por ahora, apenas estamos viendo los cimientos de algo que sólo se solidificará si se alcanza uno de los sueños de Silicon Valley: la conectividad total y permanente.
AVS PAR