Alexei Navalny, el líder opositor encarcelado por el régimen de Vladimir Putin, declaró que las autoridades penitenciarias lo trasladaron a una celda de castigo, por segunda vez, durante agosto en el centro en el cual está recluido por cargos que, según él, son inventados.
Navalny, el crítico más enérgico de Putin dentro de Rusia, está cumpliendo una condena de 11 años y medio tras ser declarado culpable de violación de la libertad condicional y de cargos de fraude y desacato al tribunal.
Dice que todas las acusaciones fueron inventadas como pretexto para sofocar la disidencia y frustrar sus ambiciones políticas. En sus cuentas de Twitter e Instagram, Navalny, de 46 años, escribió a través de sus abogados que había sido enviado a una celda de castigo durante cinco días por caminar brevemente sin las manos a la espalda en violación de las normas de la prisión.
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En junio, Navalny fue trasladado a una colonia penitenciaria de alta seguridad al este de Moscú. El 15 de agosto fue recluido en una celda de castigo por no abrocharse el botón superior de su uniforme de prisión que, según él, le quedaba pequeño.
En 2021, Navalny regresó voluntariamente a Rusia desde Alemania, donde había sido tratado por lo que pruebas de laboratorio occidentales demostraron que fue un intento de envenenarlo en Siberia con un agente nervioso de la era soviética. Rusia niega haber intentado matarlo.
BL PAR