El asesinato en mayo de 19 niños y dos maestras en la escuela primaria de Uvalde, Texas, dejó su huella en Estados Unidos. Para la vuelta a clases, prevista para septiembre, la lista de materiales incluye mochilas antibalas o transparentes.
En los últimos 30 días ha habido un aumento notable del interés en esas mochilas. Casi 9.000 personas consultaron en la web de la tienda The Home Security Superstore. En un mes, la demanda aumentó un 3655%.
Más de una hora, 77 minutos de terror, tardó la policía en intervenir en la Escuela Primaria Robb y liquidar al agresor. La lenta respuesta de las fuerzas de seguridad es clave en la investigación federal, estatal y local sobre la masacre. La idea es que, en caso de un tiroteo, el niño pueda usar la mochila como un escudo. El problema radica en el peso.
Tiroteo en un shopping: un joven que estaba comiendo con su novia evitó una masacre
Los padres tienen que tener en cuenta, antes de comprarla, que una mochila capaz de bloquear casi todos los disparos de pistola, incluidas las balas Magnum de 9 y 44 milímetros, pesa 1,2 kilos y mide 41,91 centímetros por 30,48 de ancho. No sirven para las ráfagas de AR 15, el rifle que usó Salvador Ramos, de 18 años, en Texas.
Algunas escuelas de ese Estado optaron por exigirles a los alumnos de sexto a duodécimo grado, de entre 11 y 18 años, que lleven mochilas transparentes.
JL PAR