El Senasa habilitó la exportación de los 7 cortes de carne “populares” prohibidos durante la gestión de Fernández
La reapertura de los mercados externos se da tras finalizar, el pasado 31 de diciembre, la vigencia del Decreto 911/2021, que mantuvo suspendida la exportación de esos cortes.
El Senasa habilitó la exportación de los 7 cortes de carne “populares” prohibidos durante la gestión de Fernández |
Télam
Para la mayoría de los argentinos ir a una carnicería y comprar carne se convirtió en un verdadero paseo de lujo y casi como ir de compras a una feria de excentricidades, por los precios de venta en góndola. Lo cierto es que los altos niveles de inflación de los últimos meses, golpearon duro en los bolsillos de los asalariados que tuvieron que dejar de lado una de las clásicas tradiciones argentinas: la reunión y gran asado familiar y de amigos cada fin de semana.
En concreto, la disparada en el aumento del precio de la carne siempre fue un gran escollo a sortear para los sucesivos gobiernos, que pusieron en práctica la herramienta más usada para intentar aplacar la suba: restringir o suspender totalmente la exportación para ciertos cortes. El objetivo buscar contener los precios de venta al público para cuidar los productos más consumidos a nivel local.
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En ese marco, se dispuso la prohibición de exportación. Cabe recordar que el Decreto 911/21, dictado durante la gestión del ex presidente Alberto Fernández, entró en vigencia en enero de 2022 con fecha de finalización el 31 de diciembre de 2023. Esta norma prohibió el embarque de los “7 cortes populares” más consumidos por los argentinos (frescos, enfriados o congelados): asado con o sin hueso, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, entre otros.
Mediante un comunicado oficial, ya finalizada la vigencia del decreto de Fernández, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) dispuso, desde el primer 1 de enero de 2024, rehabilitar el procedimiento para liberar la exportación de todos los cortes de carne vacuna cuya venta se encontraba suspendida. La habilitación comprende a todos los cortes cárnicos vacunos, incluidos los prohibidos, ya sea en su presentación como productos frescos, enfriados o congelados.
En paralelo, en virtud de la caducidad de la norma, las autoridades de Senasa readecuaron los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos para la certificación de exportaciones, ello conforme a las nuevas condiciones y situación vigentes desde comienzos de 2024.
Sin diferencias para la “Vaca China”
Asimismo, la nueva normativa establecida por el Gobierno del presidente Javier Milei, ordenó dejar sin efecto la diferenciación para la exportación de vacas clasificadas como categorías D y E y de toros, comúnmente conocidos como “Vaca China”. Estos animales nunca fueron de consumo habitual en el mercado local pero son protagonistas en el plato de la gastronomía asiática. También quedó habilitada la exportación de reses enteras, medias reses, cuarto delantero con hueso, cuarto trasero con hueso, medias reses incompletas con hueso y cuartos delanteros incompletos con hueso.
Según el último relevamiento y análisis del Consorcio ABC, durante el 2023 la exportación de carne vacuna cerró con “un año bueno en volumen, con ventas al exterior de unas 920 mil toneladas de res con hueso, que es un número importante. El volumen obtenido es levemente mayor en un 5% que el registrado en el 2022″. Las toneladas exportadas fueron por un valor cercano a USD 2.700 millones.
En ese sentido, Mario Ravettino, presidente de ABC, señaló que estas estimaciones reflejan que habilitar para el 2024 la exportación de los 7 cortes de carne populares, “podría significar 80.000 toneladas de las 920.000 toneladas. Con un significado adicional: Argentina se inserta otra vez en el mundo”.
A su vez, el referente del sector de los frigoríficos exportadores agregó que se cierra “un año muy magro en el ingreso de divisas”. Sin embargo destacó que el sector “mantiene expectativas de mejoras en el volumen para el 2024″, desde “la culminación del decreto de prohibición de exportar los siete cortes, el fin de las declaraciones juradas de exportación, del Observatorio de precios y todas las trabas que tenía el sector”.
Es conocido que el argentino es fiel consumidor de platos donde la carne es protagonista. Argentina es uno de los mayores consumidores globales de carne vacuna, con 45 kilos anuales por habitante. Asimismo, el país es el quinto productor y el cuarto exportador a nivel global.
Para tomar dimensión de las pérdidas generadas por una política restrictiva continua, los especialistas del sector señalan dos panoramas bien opuestos. En 2020, previo a toda restricción, la exportación de carne vacuna alcanzó 1 millón de toneladas, lo que representó un crecimiento interanual del 10%. Traslado a resultados, generó un negocio que rondó los USD 3.126 millones.
Desde junio de 2021, ya instaladas las medidas restrictivas para las exportaciones la pérdida para el sector fue de USD 100 millones mensuales por la medida oficial que impuso la suspensión de envíos. El 42% del comercio exterior de carne argentina permaneció cerrado desde entonces, señaló David Miazzo, economista jefe de FADA, Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.
La Bolsa de Comercio de Rosario estima que en 2024 caerán el consumo y las exportaciones
La entidad proyecta que en el 2024 habrá una baja en el consumo interno cercana al 8,7% interanual hasta las 2.200.000 toneladas de res con hueso, lo que equivale a 200 mil toneladas menos que las vendidas en 2023. Por otra parte, se espera bajas simultáneas en la producción y las exportaciones, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
De modo que, el ente bursátil proyectó en promedio mermas interanuales del 8% en la producción y del 6,1% en las ventas al exterior.
En el caso de la producción, el informe estimó para el 2024 un volumen de 3.024.000 de toneladas r/c/h frente a las 3.285.000 producidas en 2023. Con la misma tendencia, proyectó una caída en las exportaciones hasta las 824.000 toneladas en comparación con las 877.000 toneladas del año 2023.
Según la BCR, la trágica sequía del 2023 repercutió severamente en el mercado de carne vacuna. “Al haber escasez de pasturas como resultado de la falta de agua, los agentes de la actividad ganadera se vieron obligados a enviar gran cantidad de cabezas a faena, resultando en elevados números de producción y de exportaciones, así como en una recuperación del consumo respecto de los dos años anteriores".
