La agenda del reencuentro entre el presidente Alberto Fernandez y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner arrancó con una rígida garantía de confidencialidad. Los diálogos se reiniciaron el domingo por teléfono y desde este lunes por la noche entraron en una fase presencial que posiblemente se reeditará de ahora en adelante.
Los futuros encuentros evolucionarán a partir de una prenda básica de unidad: el hermetismo total y, en la medida de lo posible, la eliminación del off the record sobre estas negociaciones en donde se juega el futuro del Frente de Todos en el poder.
Por ahora no se conoce cuando habrá una segunda cena, pero los trascendidos no han sido una materia fácil de controlar para los equipos de los dos protagonistas del reencuentro. Sin la inclusión en el Gabinete de Sergio Massa, la primera percepción dentro del oficialismo fue que los cambios en el elenco ministerial habían terminado, pero cada vez hay más versiones dentro de la Casa Rosada sobre la posibilidad de que continúen los recambios.
La mayor preocupación se respira en el Ministerio de Trabajo, conducido por Claudio Moroni, uno de los amigos del Presidente que sigue en el cargo desde la llegada del Frente de Todos al poder. Es uno de los funcionarios más apuntados por el kirchnerismo, las organizaciones sociales y un sector del sindicalismo.
En esa tensión, la Confederación General del Trabajo, CGT, sigue siendo uno de los respaldos más fuertes que tiene Moroni dentro del panperonismo, aunque existe una gran incertidumbre entre los jefes confederales.
Están esperando desde principios de año que Fernández destrabe los fondos para las obras sociales sindicales y estiman que el déficit del Fondo de Solidaridad será de 50.000 millones. Esa preocupación está más concentrada en el Presidente y en la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que en Moroni, considerado una pieza clave en la interlocución con el cegetismo.
También existe la posibilidad de que Fernández saque a dos funcionarios muy cuestionados por CFK. Es el caso del secretario de Política Social Emilio Pérsico, que esta bajo la órbita del ministro del área, Juanchi Zabaleta y del secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro.
Tras un turbulento fin de semana, Alberto Fernández y Cristina Kirchner cenaron juntos en Olivos
Con la salida de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía, ya no quedan certezas para los incondicionales del Presidente y en el caso del Evita, ambos funcionarios son los más importantes que están en el Gobierno, pero no los únicos. También está el titular del Instituto Nacional de Economía Social (INAES), Alexandre Roig, que seguiría en el cargo.
Las tormentas de posibles cambios también pasan por encima de la secretaría de Energía, conducida por Darío Martínez. Dentro del mismo oficialismo se habla de su salida, pero otras fuentes oficiales aseguran que el neuquino continuaría en el cargo, al igual que el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, muy cercano a CFK.
JL PAR
