Dos jóvenes fueron ejecutados este fin de semana en la horca en Irán. Los condenaron en diciembre por haber matado presuntamente a un militar durante las protestas que sacuden al país desde mediados de septiembre. Mohammad Mahdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini fueron hallados culpables de difundir la corrupción en la Tierra, crimen considerado capital.
Karami, de 22 años, era campeón de karate kurdo-iraní. Lucía un tatuaje de los aros olímpicos en la cara interna del brazo. La familia dice que no les permitieron verlo antes de su ejecución. Durante el juicio, los fiscales afirmaron que el oficial paramilitar Ruhollah Ajamian fue desnudado y asesinado por un grupo de personas que brindaban tributo a un manifestante asesinado.
Una lucha sangrienta que no encuentra freno
Las protestas contra el régimen teocrático comenzaron en tras la muerte de la joven Mahsa Amini, el 16 de septiembre. Estaba bajo custodia de la policía moral. La habían detenido por llevar mal puesto el hijab o velo islámico. Al menos 516 manifestantes han muerto desde entonces, incluyendo 70 niños.
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Otras 19.262 personas han sido arrestadas, según la organización humanitaria Human Rights Activists's News Agency. También murieron 68 miembros de las fuerzas de seguridad.
Antes de su muerte, el abogado de Karami, uno de los sentenciados este fin de semana, dijo que estaba en huelga de hambre porque se le había negado el derecho a elegir a su propio abogado. Otros tres hombres fueron sentenciados a muerte en el mismo caso y otros 11 recibieron penas de prisión.
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Ya son cuatro los ejecutados en la horca en Irán desde diciembre. En diciembre, Majidreza Rhnavard, de 23 años, fue colgado desde una grúa por matar presuntamente a dos miembros de las fuerzas de seguridad con un cuchillo y por herir a otros cuatro.
Mohsen Shekari, también de 23 años, fue ejecutado por presuntamente bloquear una calle y herir con un cuchillo a un miembro de la fuerza Basij de Irán.
AO JL
