En un móvil en vivo con el programa Modo Fontevecchia por Radio Perfil (FM 101.9), el diputado oficialista Itaí Hagman se explayó sobre la interna que atraviesa el Frente de Todos y los debates que existen al respecto.
¿Qué opinás sobre los dichos de Juliana Di Tullio?
Hay una discusión a la que ahora se le ha puesto más contenido y creo que es saludable. Parto de la base de que a la gran mayoría de los que integramos el Frente de Todos nos hubiese gustado que esto se hubiera dado de otra manera. Dado que existe una discusión que viene siendo difícil de saldar, es saludable que se le ponga contenido. Hasta hace poco tiempo estábamos en un terreno de especulación, donde cada uno sacaba conclusiones sobre qué pensará uno u otro. Ahora, al menos, se le pone contenido al debate y cada uno puede fundamentar su punto de vista. Me parece que al debate hay que tomárselo en serio, más allá de chicanas, discusiones y especulaciones políticas y electorales. Tiene que ver con cuál es el rol de la distribución del ingreso en un proceso de crecimiento económico, cuál es la mejor manera de cuidar las reservas de la Argentina para poder hacer sostenible el crecimiento, y cuál es la mejor forma de atacar el problema inflacionario. Son discusiones que si uno las corriera del terreno de la especulación política o de las chicanas en las que muchas veces se cae, son debates serios y que se puedan dar con contenido en el Frente de Todos de cara a la sociedad. Creo que es saludable y puede ser provechoso, siempre y cuando, lo podamos dar con altura y cuidando los términos de la discusión.
¿Cuál es tu posición sobre la grieta que se está dando en el Frente de Todos?
Hay que encontrar una síntesis porque el Frente de Todos fue constituido fundamentalmente para sacar a la Argentina de un lugar de crisis, luego de una experiencia que generó un retroceso muy grande en términos económicos y sociales en el gobierno de Macri, en términos de poder adquisitivo, puestos de trabajo y destrucción de empresas. El Frente de Todos surgió para revertir ese proceso. En el medio estuvo la pandemia, que nadie puede desconocer que generó todo tipo de complicaciones, pero ahora hay un debate de cómo tiene que ser la recuperación. Yo me siento más cercano a los sectores que están poniendo un énfasis, como dijo la vicepresidenta, en que este proceso de recuperación le llegue a la gente. Ahí hay que rescatar un elemento de coherencia. Cristina (Kirchner) en diciembre de 2020 planteó, en un discurso público, que el crecimiento que se vislumbraba para 2021 no se lo quedaran cuatro vivos, es coherente con la posición que está sosteniendo hoy, no es que ahora de repente con el diario del lunes se hace una crítica, fue algo que fue advertido. Hay una discusión acerca de cómo hacemos para que ese crecimiento, que la Argentina efectivamente está protagonizando, le llegue al conjunto de la población. Muchas de las iniciativas que estamos discutiendo en el Congreso tienen que ver con esto.
Con respecto al discurso de Cristina del viernes pasado. ¿Qué opinás de la respuesta que brindó Guzmán?
Es igual de saludable que se ponga el contenido de la discusión sobre la mesa y, en ese sentido, el ministro fue muy claro en sus posiciones. No estoy de acuerdo en muchas de las cosas que dijo, aunque rescato otras. Me parece que hay una visión que descansa demasiado en la expectativa de que el propio crecimiento económico, la recuperación, va a generar una mejora sustancial en el poder adquisitivo de la población. Como si no hicieran falta políticas más audaces o agresivas para generar que ese crecimiento se exprese en el bolsillo de la gente, pero hay una visión diferente. Coincido con tratar de que los subsidios energéticos no le lleguen a gente que no los necesita, como la discusión sobre la segmentación de las tarifas. Yo completaría que, si vamos a hacer eso, sería bueno que el ahorro de esos recursos estatales se vuelquen a que le lleguen a los que más lo necesitan y no simplemente para sobrecumplir las metas con el Fondo Monetario Internacional. Sobre la cuestión inflacionaria, me parece que si bien es cierto que nadie puede afirmar que la existencia de monopolios o formadores de precios es la causa de la inflación, es un error subestimar el papel -que esos formadores de precios- juegan una vez que el proceso inflacionario ya está ocurriendo, se está desenvolviendo. Hay una idea de que solamente organizando la macroeconomía y dando señales de sustentabilidad macroeconómica, alcanza para frenar la inercia inflacionaria. La experiencia de la Argentina en el último año demuestra que esto no es así y que, entonces, los planteos que señalan de que hay que establecer mayores especulaciones sobre la formación de precios tienen un punto basado en la experiencia del último año. Hay que debatir e intentar encontrar un punto de síntesis.
AVS PAR