El exembajador en Brasil, Juan Pablo Lohle, manifestó que es inconcebible que no se haya previsto lo que ocurrió en tierra brasileña. Además, afirmó que “es grave que el derrotado no respete las reglas del juego de la democracia”, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Cree que era previsible esto que está ocurriendo en Brasil?
Por supuesto que era previsible, y lo que es inconcebible es que no lo hayan previsto. De norte a sur estamos viendo que las democracias están siendo atacadas por izquierda y por derecha. La base de la democracia es la libertad, y la libertad de la democracia es que los que eligen puedan ejercer su derecho.
Hay quienes quieren condicionar la democracia. Esto empieza con algunos gestos que son graves, como el no reconocimiento del derrotado. La no participación del derrotado en la transmisión del mando. Y más grave aún, estas movilizaciones llegan al extremo de tomar el Capitolio, como en Estados Unidos, o tomar el Planalto, como en Brasil.
¿Cómo influye la crisis de Brasil en la política argentina?
La crisis de la democracia no es un tema solamente de nuestros países, es un tema global. Lula dijo en un reportaje que “finalmente, la polarización entre el PT y Bolsonaro siempre es mejor que el partido único, como hay en Cuba y en China”.
Efectivamente, si uno no riega y alimenta a la democracia, se debilita, y los que primero la debilitan son los actores que participan de ella. Bolsonaro se despegó de las acciones recién una vez que la policía ya retomó el control y detuvo a 400 personas. Esa declaración tiene poca validez. Seguramente hubo alguna negligencia o connivencia para que esas tomas se pudieran producir.
¿Quién podría financiar algo como esto?
Esto lo puede financiar cualquiera, el problema es quién decidió no sacarlos. Eso también hay que ponerlo sobre la mesa. Entonces, ya hay problemas en el gabinete de Lula, entre el ministro de Justicia y el ministro de Defensa.
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Jorge Elías (JE): Hablás de crisis de la democracia, y yo me atrevería a agregar crisis de gobernabilidad. En Estados Unidos, para elegir al presidente de la Cámara de Representantes, a Kevin McCarthy, tuvieron que hacer 15 sesiones. Finalmente asumió, cediendo al ala dura de Trump. ¿Podría pasar lo mismo en Brasil, con una presión similar del bolsonarismo?
Conociendo Brasil, dudo que los millones que votaron a Bolsonaro estén de acuerdo con esto. Lo que está haciendo Bolsonaro es vaciar su poder político.
Trump es otra cosa, porque esto hay que verlo en el contexto regional. Los efectos son los mismos, porque degeneran el sistema. Es cierto que Trump quiso obligar a Pence, su vicepresidente, a que tomara el liderazgo de la asunción de Biden. Su vicepresidente se opuso, y Trump lo considera un traidor. Esta situación no se dio en Brasil, no es todo comparable.
En Brasil hubo una trasmisión del mando de la forma en que se pudo. Bolsonaro, al no asistir, escenificó un desprecio al sistema democrático brasileño, incluso a la gente que lo votó a él. Porque si a uno lo votan 58 millones de personas, lo mínimo que tiene que hacer es aceptar las reglas del juego. Es grave que el derrotado no respete las reglas del juego de la democracia.
Esos son los ejemplos democráticos que están faltando en la región. Le faltó a Duque con Petro, y también a Cristina Kirchner con Macri.
En Brasil también tuvimos la destitución de Dilma Rousseff y a Bolsonaro honrando a aquellos que la torturaron en prisión. Me parece que, en cuanto a la herida de la dictadura, Argentina maduró más que Brasil, con los Juicios a las Juntas.
Sí, pero Brasil también tuvo una ventaja. Su economía, durante los gobiernos militares, creció mucho. En cambio, en Argentina, durante los gobiernos militares la economía terminó en la quiebra.
Es bueno reflexionar también sobre nosotros. En estos días, mientras se habla de la defensa de la democracia en Brasil, tenemos un simulacro de acción sobre la Corte Suprema. El presidente de la Comisión de Juicio Político, el diputado Moreau, se adjudica a citar a los miembros de la Corte, cuando no tiene ningún derecho para hacerlo.
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Usted dice que en Argentina están las bases para que suceda lo que sucedió en Brasil.
Obviamente que están. Lo único, es que en Argentina se ha defendido el sistema democrático porque hay una oposición. Si en Argentina no hubiera una oposición, hace rato se hubieran cargado el sistema democrático. Hay una oposición cuando gobierna Macri y otra cuando gobierna el Frente de Todos. Eso es lo que a nosotros nos está previniendo de acciones de este tipo.
Lula va a tener que ver que hace con todo esto, porque, a la semana de estar en el gobierno, se produce un hecho que conmociona, no sólo a Brasil y América Latina, sino a todo el mundo democrático.
FM JL
