La visita de Lula da Silva dejó celos y enojos en el Frente de Todos
La frustrada invitación de Cristina Kirchner a una reunión con Lula en el senado y la no inclusión de Wado de Pedro en la reunión con organismos de derechos humanos desataron nuevamente los enojos al interior de la coalición oficialista.
Wado de Pedro |
Télam
El periodista político Alejandro Gomel informó para Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), sobre la vuelta de las tormentas y nubarrones en el Frente de Todos.
Las peleas a cielo abierto dentro de la coalición gobernante son un sello distintivo prácticamente desde que comenzó el gobierno de Alberto Fernández.
Esta semana se volvieron a presentar situaciones de conflicto interno. Por un lado, a partir de la visita de Lula da Silva, el presidente brasilero brasileño, y su evasiva para reunirse con Cristina Fernández de Kirchner, lo que generó algunos reproches de sectores cercanos a la vicepresidenta.
La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, decía en este mismo programa, a modo de chicana, “no creo que Alberto Fernández tenga tanto poder como para decidir cuál es la agenda del presidente de Brasil”. La excusa oficial de Lula fue que había tenido una agenda muy apretada.
Quien no disimuló su enojo fue el Ministerio de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, que no fue invitado a la reunión que el presidente tuvo con Lula da Silva y organismos de derechos humanos, un tema especialmente sensible para el ministro del Interior, que es hijo de desaparecidos y miembro fundador de la agrupación de derechos humanos “Hijos”.
Wado de Pedro habló de “falta de códigos” del Presidente. Algunos levantaron suspicacias acerca de que Albertohabría especulado electoralmentey no quería una foto de Wado con Lula y los organismos de Derechos Humanos en un año electoral, cuando una de las especulaciones es que él podría ser el hombre bendecido por Cristina Kirchner para ir a competir por la presidencia en las internas de abiertas del mes de agosto.
En definitiva, se reaviva una impronta que recorrió los tres años del gobierno de Alberto Fernández, las internas y disputas, empeorando la relación entre Alberto y Cristina, trasladando disputas, esta vez, a sus dirigentes cercanos.
