Lorenzo “Toto” de Vedia, cura de la Villa 21-24 de Barracas, destacó que es difícil hacer un análisis sobre la decisión del Papa de no venir al país. “La presencia de Francisco ayudaría a mejorar muchas cosas”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Cuál es su opinión sobre los 10 años de Francisco como Papa?
Son una muy buena noticia para la Iglesia y para el mundo. Llevó al mundo la experiencia de una Iglesia para los pobres que dentro de América Latina ya existía. Esa experiencia de Iglesia en distintos lugares del continente, la supo llevar al mundo y hacer trascender, y la encarnó.
Todo eso lleva a una gran transformación de la Iglesia en el mundo con testimonios que trascienden la frontera de la Iglesia. Francisco hoy es un líder espiritual internacional.
¿Cuál es su relación con las villas?
Después de la dictadura, donde la relación de la jerarquía de la Iglesia con las villas no había sido tan cercana, él emprendió un camino de acercamiento al laburo que veníamos haciendo en las villas. Y fue tan así que quedó identificada la tarea de Bergoglio con la Iglesia en las villas, e influyó mucho en todo el mundo.
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¿Cree que el papado está llevando cambios reales en la Iglesia a partir de las actitudes de Francisco frente a determinados temas?
Son indicios de cambios reales. La Iglesia tiene 2000 años, y no alcanzan 10 años para hacer cambios totales y definitivos en la Iglesia, pero sí dio pasos trascendentales que abren las puertas a esos cambios que se necesitan y que el tiempo irá diciendo.
Claudio Mardones (CM): ¿Cómo están viviendo este verano tan duro en el barrio?
Estas cosas cuando llegan a la clase media, son noticia.
Así como pasa con las lluvias fuertes, esto manifiesta las deficiencias estructurales que hay en los barrios populares. Muchas consecuencias negativas, ayer por ejemplo se incendió una casa, donde tiene que ver el calor, pero se ponen en manifiesto las deficiencias estructurales.
Si hay cortes de luz en la Ciudad en estos tiempos, en las villas todo el tiempo tienen cortes. Y cuando hay ola de calor, más todavía.
CM: ¿Cómo fue el arranque del ciclo lectivo?
La falta de vacantes es parecida a otros años. Hay niños de jardín que no tienen vacantes y en primaria les queda muy lejos. A veces es imposible de aprovechar cuando se consiguen vacantes, porque una madre tiene un niño en un jardín cerca y otro de primaria a 40 cuadras. En ese sentido, se ponen de manifiesto las dificultades.
¿Cómo le cae que el Papa no haya venido a la Argentina?
Es difícil para mí hacer ese análisis. Uno, con el diario del lunes, dice que tenía que haber venido en los primeros tiempos para celebrar. Pero siempre se encontró una argumentación, tal vez, entendible de por qué no. Creo que le haría muy bien al país que venga.
La presencia de Francisco ayudaría a mejorar muchas cosas, y más que eso sería un baño espiritual para afrontar lo que nos toque como sociedad. No va a resolver los problemas pero va a darnos fuerzas para seguir afrontándolos.
Alejandro Gomel (AG): Acá solemos hablar de inflación, ¿cómo se vive realmente en los barrios más difíciles?
Los testimonios concretos son muy duros. Familias que empiezan endeudadas, y gente que pudo conseguir un trabajo pero sigue siendo pobre porque no le alcanza para las necesidades básicas. Es la misma comunidad que se las ingenia para paliar la situación.
AG: ¿Cómo se hace en una villa para llegar a fin de mes?
Se acude a la solidaridad natural de los vecinos. Si bien en algunos aspectos hay presencia del Estado, lo más seguro es la solidaridad entre vecinos, y no hablo desde lo romántico pero en la villa y los barrios populares hay más interacción entre vecinos que en otros sectores. No queda otra que aferrarse a la comunidad.
MVB JL
