Mario Santucho, director de la revista Crisis, expresó que, a pesar de que “hay algunas protestas de bolsonaristas”, “no hay condiciones para desconocer el resultado electoral en Brasil”. El análisis en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del triunfo de Lula da Silva y la derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones.
Hacenos tu reflexión de lo que viviste en la jornada de ayer, desde San Pablo.
Fue una noche larga, efectivamente. Tras finalizar las transmisiones nos fuimos a la Avenida Paulista, a participar de la alegría que expresaba la gente en las calles. Era la sensación de haberse librado de algo complejo.
No solo los cuatro años de lo que significó el gobierno de Jair Bolsonaro para los brasileños y, en especial, para los progresistas. Lo que más pesaba era la posibilidad de un nuevo mandato. Se vivió una tensión muy grande durante toda la jornada al ver la paridad de los números.
Las previsiones auguraban una ventaja amplia y, sin embargo, hasta último momento fue una disputa palmo a palmo. En caso de haber ganado Bolsonaro, con el nivel de consolidación que tiene en el sistema político, y el avance que tuvo en la elección, hubiese sido un paso hacia “no se sabe dónde”.
Bolsonaro aún no habló. ¿Qué creés que significa? ¿Va a aceptar el resultado electoral?
Es un gran dilema. Acá estuvimos hablando con muchísima gente atenta a eso. En la edición digital de nuestra revista publicamos una entrevista a José Dirceu, un personaje muy importante en el surgimiento del PT, un poco el artífice de la estrategia con la que Lula da Silva llegó al gobierno en 2003. Después fue ministro, estuvo preso durante mucho tiempo por un caso de corrupción, pero siempre ha seguido muy ligado a Lula y su entorno. Es un gran analista político y está muy atento a los desarrollos.
Lo que él decía era que, más allá de los deseos personales de Bolsonaro, no hay condiciones para desconocer el resultado electoral en Brasil. Por una serie de cuestiones, desde los militares, a sus propios aliados, que ayer salieron a reconocer el triunfo de Lula, y vectores claves para una intentona de este tipo, como el apoyo de Estados Unidos, la OEA. Todos ellos se manifestaron ayer a favor del reconocimiento del resultado electoral.
Además, estuve viendo un medio de comunicación surgido durante el bolsonarismo, y ellos ponían en vivo la evidencia del triunfo de Lula, y decían que iban a respetar el resultado y no se iban a embarcar en ninguna aventura golpista.
En ese marco, ni Bolsonaro ni sus hijos hablaron aún, y llama muchísimo la atención. El presidente del Tribunal Superior Electoral habló con Jair Bolsonaro, dijo que fue una conversación rápida y cordial, y que no veía que hubiera margen para desconocer el resultado.
Sin embargo, está habiendo algunas protestas, sobre todo en Río de Janeiro, y bloqueos de carreteras hechas por camioneros, un sector muy ligado a Bolsonaro. Y siempre se dijo que, a pesar de que no hubiera margen para un golpe de Estado, hay que ver cómo se comportan las bases bolsonaristas, que esta semana protagonizaron episodios muy violentos.
Como la diputada bolsonarista Carla Zambelli amenazando con un arma a un partidario de Lula, o lo sucedido con Roberto Jefferson el fin de semana pasado, que se tiroteó con la Policía Federal. Estamos a la expectativa de lo que pueda pasar. La sensación es que no habría margen para un golpe, pero a su vez, siempre lo imprevisto es algo que hay que tener en cuenta.
FM JL