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MODO FONTEVECCHIA
INTERNA DEL PRO

Martín Yeza: "Hubiera preferido que Vidal mantuviera su imparcialidad"

El precandidato a diputado por el espacio de Patricia Bullrich aclaró que no le sorprendió el apoyo de la ex gobernadora a Horacio Rodríguez Larreta, pero que no era lo que estaba acordado en el PRO.

Martín Yeza
Martín Yeza | Télam

Martín Yeza sostiene que Argentina tiene que dirigirse hacia una mirada vinculada al orden: “ese orden requiere cierta intensidad en la energía, porque si vas con una intensidad intermedia no vas a lograr el objetivo”, aseguró el intendente de Pinamar en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (101.9).

¿Cómo tomaste el apoyo de María Eugenia Vidal a Horacio Rodríguez Larreta y cuál es tu opinión sobre la dura interna en Juntos por el Cambio?

Escuchando recién la canción El Salmón, recordaba que en la versión del Indio Solari hay una pequeña modificación en la letra y dice "no me gusta el fantasma Yabrán". Es una canción que me toca a mí y al equipo de trabajo de Perfil. Creo que la política argentina tiene muchas heridas, y el asesinato de José Luis Cabezas es una de ellas.

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Nunca un intendente le había pedido disculpas formalmente a su familia. Cuando uno hace un diagnóstico de los problemas de la Argentina, lo primero que detecta es el de la pérdida de la confianza, y eso se debe a estas heridas acumuladas que son difíciles de cerrar, pero hay que intentar hacer el ejercicio de pedir disculpas.

Volviendo a nuestra coyuntura y al apoyo de María Eugenia Vidal a Horacio Rodríguez Larreta, entendiendo que todos somos grandes y que cada uno toma sus decisiones, cuando Cristian Ritondo no fue elegido como candidato, fuimos distrito por distrito a escuchar a cada uno de nuestros referentes territoriales y el 95% se había inclinado para que fuéramos a un acuerdo con Patricia, algo que también iba en sintonía con nuestras intenciones. En esta interna dentro de nuestro partido, hay algunas diferencias que tienden a exagerarse porque estamos dentro de un mismo partido, a diferencia de Unión por la Patria donde la interna es entre Sergio Massa y Juan Gabrois.

En nuestro caso, tenemos un universo de valores y de ideas rectoras que están dentro de la Constitución, la democracia y las ideas liberales fundantes de nuestro país. Dentro de ese núcleo, a veces se pueden exagerar esas diferencias. Respecto a María Eugenia, es una decisión que no me sorprendió, en primer lugar porque me llamó, pero es verdad que no era lo que se había establecido.

Al desistir de su candidatura presidencial, íbamos a estar acá con gran parte de su equipo y, a pesar de que ella se sintiera más cercana a Horacio Rodríguez Larreta, entendía que lo mejor era mantenerse imparcial y ser una garantía de buenas prácticas dentro de una interna. No todos pueden ser candidatos y a veces es muy importante poder mantener ese rol. 

En su momento declaraste que Patricia Bullrich fue la única que entendió en qué se equivocaron y qué tenían que mejorar. Me gustaría que profundizaras en esa idea...

En el verano del 2022, hice una nota para Diario Perfil, que también salió en Noticias y hablamos de una triple crisis en el PRO.

Por un lado había una crisis en el modelo de gestión, estaba la experiencia exitosa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, pero también la experiencia de la presidencia de la Nación en la que no pudimos ser reelectos, por lo que algún nivel de autocrítica tenía que existir.

En un segundo nivel, había una crisis de identidad, habíamos sido fundantes y mucha gente le había dedicado críticas. Mientras ganás es difícil repasar cuestiones sobre las que mucha gente hacía comentarios, como la identidad PRO de no mirar para atrás a la historia y recoger el guante institucional.

Eso también se puso en crisis, el modelo político y electoral exitoso que se había tenido hasta en 2019 entró en una clara crisis.

La tercera crisis era de liderazgo, porque ante la derrota electoral de Mauricio Macri se abría una nueva circunstancia de la cual tenían que surgir nuevos liderazgos. Una vez reconocidas esas crisis, había que laburar. Recuerdo que tuve una discusión con Patricia, de esas a las cuales yo no te estaba acostumbrado a tener y me encantó.

Pero te voy a confesar que, cuando uno está ante un candidato a presidente, a veces te preguntás si es correcto decir lo que uno piensa. Yo me quedé un poco acongojado porque la discusión había sido fuerte, al otro día nos juntamos y me dijo: "Martín, estamos discutiendo democráticamente sobre ideas.

Tenemos que perder el miedo a conversar sobre este tipo de cosas. Sino, toda la gente se da cuenta que nos pasan este tipo de cosas y nosotros no podemos hablar". Nos dimos cuenta que si no podíamos decir lo que pensábamos, si no podíamos hablar de política.

Es difícil poder construir relaciones de confianza y repasar qué es lo que hicimos. Nos dimos cuenta que lo había sido el PRO hasta el momento no alcanzaba. Si fuéramos un dispositivo tecnológico, deberíamos preguntarnos cuál va a ser el siguiente modelo y en qué cosas podemos evolucionar. Hay que saber encontrar un equilibrio entre la identidad, los pensamientos y las ideas, y dentro de esa identidad hay que construir espectros.

Pero no se pueden construir espectros antes de definir la identidad. Yo creo que en esta interna estamos discutiendo un modelo de liderazgo, pero también un modelo de identidad, si el espectro es más importante que la identidad o si la identidad es más importante que el espectro. Creemos que la Argentina tiene que dirigirse hacia una mirada vinculada al orden, y ese orden requiere cierta intensidad en la energía, porque si vas con una intensidad intermedia no vas a lograr el objetivo.

Vemos que el 45% de los argentinos tienen trabajo en negro y una legislación laboral que en la década del 50 fue de vanguardia pero ahora ya no lo es, necesitamos discutir eso. Casi diría que necesitamos una ley de creación de empleo en blanco, ni siquiera una reforma laboral. Yo lo que veo es que Patricia es la que se dio cuenta que la versión previa al 2019 no era posible, más allá de que muchos nos sentíamos nostálgicos y extrañamos a Marcos Peña y a Mauricio. El contexto es distinto y no se puede insistir con la misma mirada.  

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También dijiste que Larreta tenía una mirada del siglo XX. Keynes decía que los que tomaban decisiones, muchas veces, eran presos de un economista difunto, porque habían salido de la universidad a los 25 años, pero tomaban decisiones a los 50, y el autor de lo que habían leído mientras estudiaban ya había fallecido. ¿Eso es lo que le pasa a Larreta?

En primer lugar, y a modo de autocrítica, te diría que uno siempre tiene que tener la capacidad de no tirar el pasado por la ventana, porque el pasado siempre vuelve de alguna manera.

Hace poco escuchaba una entrevista a Obama en la que decía "ahora los centanials tienen valores de la libertad y la lucha del medio ambiente, pero no sé si son mejores que mi generación que en los 60 luchó contra la esclavitud y la segregación racial en las calles". De alguna manera, el pasado siempre vuelve y por eso hay que ser respetuoso.

Cuando dije esa frase, me refería al debate de si se puede hacer que la gente tenga las ideas que vos querés como si fuera una construcción vertical de la representación, o si se tiene que tratar de representar de la mejor manera a un grupo de personas que comparten tus ideas y tus valores y construir a partir de ese lugar. Yo veo que es como si Ford quisiera vender un sólo modelo de autos.

Larreta dejó de estudiar en el siglo XX en Harvard, mientras que Patricia Bullrich hizo un doctorado en Ciencias Políticas en la segunda década de este siglo. ¿Puede tener algo que ver con que Patricia Bullrich entiende la política en términos agonales como decía Laclau, y Larreta se quedó con la idea de un universalismo propio de las ideas de fines de los 80 cuando cae el Muro de Berlín?

Hace poco estuve de invitado en la India y me llamó poderosamente la atención que no abundan las imágenes de Mahatma Gandhi y cuando pregunté sobre la tesis del "no conflicto" que pregonaba Gandhi, me dijeron que ellos no pueden tener ese concepto cuando sus vecinos tienen armas nucleares.

Vos podés evitar el conflicto si no depende de vos, pero los otros también importan. Si del otro lado te plantean conflicto, tenés que estar preparado y no significa que seas conflictivo. Eso requiere un carácter y un liderazgo.

Hay un ensayo de una doctora llamada Shoshana Zuboff que en el año 2010 escribe un artículo muy interesante sobre la creación de valor en el capitalismo distributivo y toma la década del 70 que es cuando estaban tratando de encontrar el producto perfecto para la sociedad, pero ese producto no existe.

Lo que existen son muchos productos perfectos para distintos grupos de personas. En las PASO, mucha gente va a tener la posibilidad de votar el espacio político que le gusta, después en la general, habrá cierto grupo de personas que podrán elegir entre el candidato que menos le disgusta y otros podrán insistir con sus preferidos.

Yo estoy convencido de que, para la Argentina que viene, necesitamos una persona que entienda de dónde venimos, cuál es nuestra historia, en qué han fracasado los presidentes y cuáles son los momentos en los que fracasa cada presidente. Partiendo de la base de que si uno piensa que todos los que han presidido el país son estúpidos y corruptos, el razonamiento es malo. Hay que cambiar la lógica, pensar que todos eran inteligentes y honestos y ver dónde están las fallas en los diseños del sistema.

Ahí te das cuenta que Patricia tiene un plus. Hay momentos en los que tomás una medida y tenés que resistir. En 2001, el corralito fue la consecuencia, no la causa. A lo sumo, fue la causa que disparó un problema institucional en Argentina. Pero la discusión ya había arrancado en el año 97,cuando una gran parte de la población planteaba que había que salir de la convertibilidad. En el 99, la campaña presidencial era Duhalde diciendo "hay que salir de la convertibilidad" y De La Rúa, técnicamente opositor a Menem, diciendo "no hay que salir de la convertibilidad".

El letargo de esa decisión es lo que catapultó esa crisis institucional. ¿Qué se aprendió de eso? En la interna discutimos si la salida del cepo tiene que ser inmediata o al año, salir en un año no es muy diferente a lo que pasó en 2001 con la convertibilidad. Es el letargo sobre una decisión estratégica y estructural que el próximo presidente tiene que tomar cuando tenga capital político.

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Estás invirtiendo lo que dijo el diputado López que comparaba un futuro gobierno de Patricia Bullrich con el 2001 y planteás que, en realidad, sería Larreta más parecido al 2001, porque el letargo en la toma de una decisión puede terminar en un colapso. ¿Es así?

Cuando hacés zoom sobre la historia Argentina y sobre ese proceso en particular, el corralito no es la causa, es la consecuencia. La causa es la tardía salida de la convertibilidad.

Lo que se necesita es gente que entienda verdaderamente lo que pasó en esa época y lo que faltó fue mucha pedagogía para explicar por qué había que salir de la convertibilidad cuando una gran parte de la sociedad no lo entendía. 

Alejandro Gomel: ¿Había un compromiso de Vidal de mantenerse neutral?

Sí, y fue público, no hay ningún secreto. No voy a juzgarla, ella es una ex gobernadora del espacio, tomó la decisión por los motivos que ya esgrimió y no tengo mucho más para agregar que el hecho de que el 95% de su espacio y de la gente que la había acompañado durante muchos años estamos trabajando con Patricia Bullrich porque entendemos algo distinto respecto a lo que se necesita en la provincia de Buenos Aires.

Estamos en una interna dentro de nuestro propio partido político y dirimimos caracteres de liderazgo. En el caso de que ganemos nosotros, tendremos que tener la humildad y la sabiduría para integrar miradas diferentes de quienes piensan distinto a nosotros. Si no nos toca ganar, tendremos que tener la humildad de aceptar la derrota. Vamos hacia ese contexto, y en lo personal hubiera preferido que mantenga su neutralidad tal como lo había prometido.

Esta mañana, Mauricio Macri dijo que se desdibuja la figura de Vidal, ¿cómo creés que puede seguir su liderazgo cuando la mayoría de los que la acompañaban quedaron del otro lado?

La política se hace en equipo y la decisión de ella no necesariamente va atrás de una especulación de los resultados electorales.

Hubiera preferido que mantenga esa parcialidad, tomó está decisión y en el futuro se verá. Personalmente, aprendí que la energía es una sola, ayer estuve en Zárate, hace unos días en Chascomús y en Lomás de Zamora, a cada ciudad a la que uno va, se da cuenta que hay un potencial apagado porque llevamos muchos años sin crecimiento económico en el país.

Tengo la sensación de que todo el tiempo hay una narrativa y una serie de discusiones para las cuales se deposita mucha energía y ojalá la líbido estuviera puesta en ver cómo vamos a hacer para liberar todas esas fuerzas económicas reprimidas que hay en nuestro país.

Eso se hace reconstruyendo confianza. Ver que la CGT está celebrando al ministro de Economía, en un contexto en el que el salario está en su peor momento, al menos de los últimos 20 años, y que tiene un 45%  de los trabajadores en negro, me cuesta entenderlo. A la vez, son los mismos que dicen que va a correr sangre si gobierna otro.

Me parece muy delirante toda esta circunstancia  y parece inocente pensar que vamos a poder gobernar estableciendo una mesa y creyendo que algunas reformas macroeconómicas se van a poder hacer sin algún tipo de carácter definido.

ADP FM