Juan José Bahillo, ex ministro de Producción de la provincia de Entre Ríos, pidió ser prudente respecto a las conclusiones porcentuales de afectación, pero, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), puntualizó que "lo más crítico de esta situación se encuentra en el centro-norte de la provincia de Santa Fe".
¿Parte de las pérdidas que va a tener el sector agrario, a partir de las sequías, se pueden compensar por el mayor precio que tienen los productos que nosotros exportamos?
En parte sí. Las 40 delegaciones que tiene la Secretaría de Agricultura en el interior están evaluando el estadío de los cultivos, de la cantidad de hectáreas sembradas y de la humedad en el suelo. La fecha óptima de siembra es por estas fechas, pero dado que ha habido un estrés hídrico en los últimos días no se ha podido completar las siembras.
Estamos esperando que se cierre esa ventana de siembra para hacer los números, por eso somos prudentes al respecto. No queremos que se generen expectativas sobre el mercado de exportación o sobre insumos importantes que impactan en otras cadenas, como lo es el maíz.
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Si bien el 66% de maíz se exporta, el restante que queda acá se procesa todo y se transforma en proteína vegetal y animal. Es indudable que hay una situación de merma. En el trigo se ve: tuvimos 13,4 millones de toneladas contra las 22 millones del año anterior.
La soja y la ganadería seguramente correrán una suerte similar, ya veremos en qué medida. Lo más crítico de esta situación se encuentra en el centro-norte de la provincia de Santa Fe. Más del 50% del país se encuentra afectado por la sequía.
Yendo a una lectura macro, ¿vos decís que el 30% menos en maíz y en la soja es en cuanto a la cantidad?
Repito, hasta que terminemos los números prefiero ser cauto. Pero si no llueve es un escenario posible.
El aumento de precio del año pasado respecto a este, ¿en cuánto equilibra ese 30% menos?
Ya tuvimos un aumento de precio en abril y mayo del año pasado, cayó en junio y volvió a subir a fin de año los commodities. Esto se puede profundizar el año que viene. Además se puede generar, en el mercado internacional, cierta expectativa.
Estaríamos hablando de que, si no lloviera en las próximas dos semanas, exportaríamos un 30% menos y que a lo mejor tuviera 15% más de precio, y que en ese caso, la merma esté en el medio de los dos puntos. ¿Ese es un escenario probable?
Así es, en tres semanas más tendríamos certezas de los volúmenes exportables. Después el precio tiene su variación diaria, por supuesto.
¿Qué pronósticos hay sobre el mercado de maquinaria agrícola para el 2023?
Se habla de 14.000 millones de dólares menos. ¿Eso tiene que ver con lo que hubiera sido a los precios nuevos sin la sequía o es menos que el año pasado?
Es a los precios nuevos si no hubiera existido la sequía. Y es el ingreso bruto, no impacta directamente a las cuentas públicas. Pero el impacto sería alrededor de 4.000 millones de dólares.
Eso en el impacto de lo que le queda al Estado, pero ¿cuántos dólares menos se exportarían aproximadamente siguiendo esos 4.000 millones que marcás?
Quiero ser prudente porque no hemos terminado de sembrar. En trigo esperamos el último estadío de la cosecha, nuestras estimaciones juegan con precios de expectativa. Hay que ser responsable y no favorecer alguna situación de dominancia en la cadena comercial.
AO JL