El pedido al ministro de Economía, Martín Guzmán, del salario universal lo hizo el subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local, Daniel Menéndez, quien además es líder del movimiento Somos Barrios de Pie. Todo comenzó en una previa al encuentro entre Menéndez, Guzmán como así también Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, y el ministro de Desarrollo Social, Juan Horacio Zabaleta, en la visita a un polo de reciclado en Almirante Brown.
Luego de las fuertes críticas de parte del kirchnerismo duro, Guzmán tiene claro que ahora intentan marcarle la cancha desde el Congreso. Lo hicieron con el pedido del anticipo del aumento del 45% del salario mínimo (impulsado por Máximo Kirchner) al que Guzmán accedió y, luego, el pedido del adelantamiento de la suba del impuesto a las ganancias, que Sergio Massa hizo en público.
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A Guzmán no le sorprenden los pedidos de parte de las organizaciones sociales, pero si le molesta que sean públicos y antes de hablarlo en privado. El salario universal sería una especie de prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional para trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos. Además, las organizaciones sociales reclaman que se pueda registrar a 8 millones de trabajadores con el monotributo productivo.
Más allá de la discusión del reclamo, en público o en privado, todas estas medidas, obviamente, tienen un costo fiscal. El salario universal sería igual a 1 punto del PBI.
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