Pocas horas después de la Convención Nacional de la UCR, la titular del PRO, Patricia Bullrich dejó claro que no postergará sus aspiraciones presidenciales ante el operativo del radicalismo de frenar los contactos de los socios de Juntos por el Cambio con la ultraderecha.
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Este viernes, uno de los principales pronunciamientos del partido fue declararse enemigo de “los populismos de derecha y de izquierda”, en una directa alusión al diputado de Avanza Libertad, Javier Milei, y a los dos mayores contactos que tiene dentro del PRO: Bullrich y el expresidente Mauricio Macri.
Cuando concluyó el encuentro de la UCR en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata, Bullrich saludó la decisión partidaria de reformar Juntos por el Cambio. Sin embargo, apenas concedió la primera entrevista, la titular del PRO apuntó a su competidor interno, el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, uno de los principales apoyos dentro del macrismo para el operativo radical de cortar los contactos con la ultraderecha.
La exministra de Seguridad no lo castigó públicamente por eso, pero le tocó donde más le duele. “La caja no se usa para la campaña ¿Vas a usar la caja de la Ciudad para la campaña? Empezamos mal”, lanzó Bullrich. El mensaje cayó pésimo en el Gobierno porteño, fue considerado como un “golpe debajo del cinturón”.
La valoración silenciosa no es menor. Es la misma advertencia que lanzaron el año pasado, en plena campaña por las elecciones legislativas, cuando el entonces candidato radical Facundo Manes se quejó de la desventaja que tenía en la competencia porque tenía que enfrentarse con todo el despliegue de marketing político de Larreta, respaldado ampliamente por el gobierno porteño.
JL PAR