El diplomático Rafael Grossi contó que “estuve en San Petersburgo, reunido con Vladimir Putin, y ahora estoy en Kiev, por reunirme en unas horas con Volodímir Zelenski”. ”Son dos países en guerra, por lo tanto, las posibilidades de acercar posiciones son bastante difíciles”, agregó. También resaltó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) que “Ucrania y Rusia entienden que es mejor no tener un accidente nuclear”.
¿Tener en cuenta el orgullo es un elemento central en su labor? Me refiero al hecho de cuidar que el orgullo de los líderes no salga herido en las negociaciones.
No es el factor más importante, aunque es indispensable. Por tratarse de dos países en pugna, ningún líder quiere aparecer debilitado. Yo tengo que proteger la planta nuclear, evitar que sea objeto de ataques. La pregunta es cómo se hace eso, con las instalaciones ubicadas en un territorio que permanece a un país, pero que el otro lo controla y lo ha anexado. La situación presenta un grado de complejidad mayor de la que uno estaría habituado a enfrentar.
El principio fundamental es que no haya ningún ataque sobre la planta nuclear. En torno a eso, qué obligaciones tiene cada uno y cómo garantizarlas.
El fantasma de un "nuevo Chernobyl" acecha a Zaporiyia: esto pasó hace 36 años en Ucrania
Jorge Elías (JE): Da la impresión, por sus declaraciones, que es más fácil el diálogo con los líderes que permanecer en la central nuclear de Zaporiyia, donde les costó muchísimo ingresar y que permaneciera esa misión de cuatro miembros permanentes que usted tiene en el terreno.
El ingreso en la central fue “de prepo”, como diríamos en Argentina. En primer lugar asistí yo, personalmente. Fue muy complicado, estuvimos literalmente “bajo fuego” en el paso por la “zona de nadie” que existe entre el último checkpoint ucraniano y el primero ruso.
Pero llegamos, instalamos a la gente, y, cuando volví, dejé a dos en el terreno. Luego empezamos a negociar los términos de su permanencia y el viaje de los otros. Pero, en el fondo, nuestra intervención fue bien recibida, porque todo el mundo se dio cuenta de que, de esa manera, podíamos aportar información objetiva sobre lo que ocurre allí.
Ustedes, que son expertos en la información, saben que en una guerra, la primera víctima es la verdad. Había una guerra de narrativas donde cada bando decía cosas diferentes de lo que estaba sucediendo en la zona de la central nuclear de Zaporiyia. Ahora tenemos nuestra gente ahí, y estamos informando objetivamente a la comunidad internacional lo que sucede, brindando asistencia técnica, entre otras cosas.
Eso fue el primer paso, el siguiente fue proteger la planta. Propusimos ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el establecimiento de una zona de protección, y es lo que estamos tratando de negociar. Un proceso incremental, en el que tratamos de ganar espacios para la paz, de a poco.
JE: Desde occidente se teme un ataque nuclear pero, ¿qué significaría esto en el marco de la guerra?
Un accidente nuclear es algo mucho más factible que un ataque nuclear. Porque un ataque nuclear supone el uso de las armas nucleares. Joe Biden dijo que no lo veía probable, Emmanuel Macron también mencionó el tema, hay especulaciones. Lo que a mí me preocupa es un accidente, que algo salga mal en una planta nuclear.
Ha habido dos casos en la historia. El conocido caso de Chernobyl, cuando era una planta soviética en el año ´86. Y luego Fukushima en Japón. El caso de Chernobyl se produjo por la impericia de dos técnicos y por la opacidad del sistema soviético que los obligó a hacer un ejercicio de seguridad cuando las condiciones no estaban dadas en la planta.
En el caso de Fukushima, fue un terremoto, seguido de un tsunami, que afectó a la planta nuclear, que no había seguido las recomendaciones de la OIEA en cuanto a la altura del muro anti tsunamis.
En este caso, se trataría de un accidente no provocado por el azar, sino por una acción irresponsable de guerra. Si ocurre un accidente en Zaporiyia, la pregunta es a quién vamos a culpar. Vamos a ser nosotros los responsables por haber permitido que la planta sea un objetivo militar.
Lo que les estoy diciendo a estos dos presidentes es: para ganar esta guerra, ustedes no necesitan bombardear una planta nuclear. Ese es mi rol. Ucrania y Rusia entienden que es mejor no tener un accidente nuclear.
JE: Cuando usted se reúne con Putin y luego con Zelenski, en el fondo, ¿es llevar un mensaje del uno al otro?
De una manera muy implícita, porque no soy un mensajero. Somos un organismo que está en el medio, propone soluciones, y trata de modularlas de acuerdo a lo que cada parte me dice.
FM JL