MODO FONTEVECCHIA
INFLACIÓN

Santiago Manoukian: "En diciembre hubo la mayor caída del poder adquisitivo desde 2002"

El economista destacó que "se cumplieron seis años consecutivos de caída en el poder adquisitivo del salario". A su vez, aseguró que "la pobreza y la indigencia aumentarán en los próximos meses".

Santiago Manoukian
Santiago Manoukian | Cedoc

El jefe de Research de la consultora Ecolatina, Santiago Manoukian, aseveró que "la inflación comenzó a acelerarse desde la segunda parte de octubre". "Las paritarias pueden llegar, rezagadas, a proteger un poco más a los trabajadores formales", remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Santiago Manoukian es economista y jefe de Research en la consultora Ecolatina.

Día 33: Inflación económica y política

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Nuria Am: ¿Cómo recibiste el 25,5% de inflación?

Estuvo en línea con lo que esperábamos. Nuestra medición para CABA y Gran Buenos Aires nos había dado 24,7%. Y cuando uno ve el IPC del GBA de INDEC te da 25,1%, por lo que estuvimos cerca de ese número. Pero por estar en línea con los previsto no deja de ser un número impresionante, es el número más alto en 32 años. Desde la última salida de la hiperinflación que no veíamos un dato de inflación tan elevado, ya sobre una inercia inflacionaria que venimos viendo que había superado los dos dígitos mensuales a partir de agosto, con la devaluación después de las primarias, y que acompañe esta aceleración inflacionaria que ya venimos viendo hace muchos años.

En la presentación pasaban un tema ("Hartos de la inflación", de Polifacético) interesante porque los países desarrollados se volvieron a encontrar con el problema de la inflación hace poco, con la salida de la pandemia, y luego con los extractos de la guerra de Ucrania y Rusia. Pero era un fenómeno que había desaparecido del mundo y de a poco se empieza a resolver, aunque en Argentina seguimos lidiando con esto hace tantos años.

Ahora estamos pasando a un régimen de inflación bastante distinto en donde la economía se vio indexando cada vez más y se fueron cortando el plazo de los contratos. Esto requería atacar desde shock, con un plan de estabilización del que todavía algunas patas no conocemos. Es un dato muy elevado. También esperamos que enero esté por encima del 20% porque la devaluación ocurrió en la segunda parte de diciembre y, por lo tanto, te genera un arrastre estadístico para enero. Algo preocupante es que los alimentos subieron por encima del promedio (250%), no solamente en diciembre (que se incrementaron alrededor del 30%), sino en todo el año pasado. La inflación fue del 211% y los alimentos subieron bastante por encima. La pobreza en la última parte del año pasado continuó creciendo lamentablemente y en diciembre hubo la mayor caída del poder adquisitivo desde 2002 (abril), cuando había caído 9,5%, y ahora creemos que caería un 10%.

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NA: ¿Las políticas del Gobierno van en línea con la chance de que la inflación, por lo menos, deje de subir y finalmente empiece una curva descendente?

No en el corto plazo. En el corto plazo el programa económico trae implícito que los primeros meses son de aceleración inflacionaria porque están corrigiendo precios que estaban rezagados, atrasados, que habían estado congelados en muchos casos. Como vimos que comenzaron a desatarse, no solamente a partir de diciembre sino que un poco antes también. Nosotros vemos que la inflación comenzó a acelerarse desde la segunda parte de octubre. Ahí tuvimos muchas desavenencias en los acuerdos de precios de consumo masivo. Por ejemplo, el cuidado personal fue uno de los que más aumentó en diciembre. También combustibles, prepagas (que empezó a subir por encima del promedio), todavía falta algo de telecomunicaciones, tarifas de servicios públicos (que es muy importante para los hogares). Los medicamentos aumentaron bastante en el último mes.

Entonces, estamos viendo un reacomodamiento en ese sentido y ya sabíamos que la inflación antes de moderarse (desde el 13% que teníamos en noviembre) se iba a acelerar. La pregunta es cuándo puede comenzar a desacelerarse y una pregunta ligada a eso es a costa de qué, porque no hay una sola manera en la que la inflación pueda empezar a moderarse una vez que vos corregís estos atrasos. Ahí, la recesión económica, la caída del salario y la demanda jugarán un rol importante. Lo cual quiere decir que el Gobierno apele a alguna forma de que la caída en el consumo, con la apertura comercial de mayor competencia externa y también la amenaza del mayor desempleo, vaya disciplinando un poco los aumentos de precios. Eso sumado a ir corrigiendo algunos desequilibrios que tiene la economía, que te generan presiones sobre la inflación, como esto de tener muy pocos dólares en las reservas del Banco Central y muchos pesos retenidos también en el Banco Central que te pueden generar un aluvión de pesos contra dólares, si vos liberás el cepo cambiario de un día para el otro. Esos equilibrios y la recesión son dos factores que el Gobierno estará utilizando hacia delante para poder garantizar el desembarco de un programa de estabilización en el que la inflación comience a descender. Pero hablamos de descender sostenidamente, no es que ahora sea del 25% y después del 22%, sino que baje todos los meses un poco. Falta para verlo a eso.

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El aumento de la pobreza y la indigencia 

NA: Como contracara o como la parte más dramática de todo esto, en la que una habla de números que parecen fríos, detrás de ellos hay gente que cae bajo la línea de pobreza inevitablemente por esto y es muy difícil volver a incorporarse al sistema una vez que se sale, en una Argentina que tiene esto como característica estructural. ¿Esto se verá reflejado en el próximo número? Por un lado, está el Gobierno sacando los pesos de circulación. Lo que las paritarias del 2023 tenían que pagar, ya pagaron todo. No hay paritarias abiertas todavía y empieza una negociación que tendrá como resultado los primeros aumentos en cuotas a partir de mayo, junio y julio. Mientras tanto, en estos meses hay muchos que no llegarán a lo que se necesita para no caer bajo la línea de pobreza, que para una familia tipo está en aproximadamente $730.000.

La pobreza y la indigencia aumentarán en los próximos meses. Lo dijo el Presidente sobre la caída en el salario real y los ingresos de la población en general, sobre todo en el sector informal que no tiene paritarias y viene sufriendo desde hace tiempo (ya que se cumplieron seis años consecutivos de caída en el poder adquisitivo del salario). En promedio, los salarios son 20% más bajos en su poder adquisitivo de lo que eran hace cinco años. Y en el informal, cuando se ven los datos oficiales, son 40% más abajo. Sobre esa dinámica se monta este ajuste de precios y este incremento en la pobreza que veremos. El dato oficial tardará en llegar porque todavía no conocemos el dato del segundo semestre, ni siquiera del año pasado (que estimamos que estuvo en la zona del 43%), por lo que 45% será un número piso para la primera parte de este año. Ese dato oficial recién lo conoceremos en la segunda parte de este año.

Las paritarias pueden llegar, rezagadas, a proteger un poco más a los trabajadores formales. Ahora, el informal, el que hace changas, por supuesto que se verá muy afectado. Si yo te decía que la caída de diciembre fue casi récord para el sector formal, imaginate lo que puede para el informal. Dependen de un trabajo informal que creció mucho en los últimos años, pero que se fue precarizando. Por lo tanto, las condiciones socioeconómicas se deterioraron al principio del mandato y eso es algo que esperábamos que ocurriera, no es nada llamativo. Sí es doloroso, por supuesto, y ahí está una tensión que tendrá que gestionar Javier Milei, que es la conflictividad social. Es decir, si hay plafón social para la magnitud del ajuste que se está pensando.

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Charlaba con Carlos Burgueño, periodista y economista, que comentaba que creía que era inevitable para marzo una nueva devaluación. ¿Coincidís? 

El Gobierno devaluó a $800, un poco más de lo que el mercado esperaba, porque se quería guardar algo de margen, sabiendo que en los próximos meses esta elevada inflación de la que estamos hablando te quitará un poco de competitividad. ¿Qué quiere decir? Vos te abarataste mucho en dólares con la devaluación, pero como los precios vienen detrás, te terminás encareciendo un poco y eso le quita el incentivo a algunos exportadores para liquidar cuando ya haya pasado enero o febrero. La cosecha gruesa, cuando se empieza a liquidar la soja y el maíz, ocurre a partir de abril. Por lo tanto, tenés algunos meses en los que tenés menos liquidaciones, porque todavía no llegó cosecha gruesa, en donde el tipo de cambio se verá apreciado un poco y donde la demanda de pesos comienza a caer un poco por un tema estacional.

Ahí tenés un interregno medio complejo, por lo que el Gobierno se puede ver en la pregunta de si conviene convalidar un salto cambiario para volver a ganar competitividad antes de la cosecha (para que el sector liquide sus dólares rápidamente o no), o esperar un poco, forzar la situación y hacerlo después de la cosecha para que sea el último salto cambiario y unificar el tipo de cambio de esa manera.

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A vos te queda uno o dos saltos cambiarios. Creo que el Gobierno intentará que sea uno solo porque si vos tenés uno en marzo, todavía el ajuste fiscal y las señales que fuiste dando no están impactando tanto en las expectativas y te podría generar una aceleración de la inflación que, de igual forma, cualquier salto te lo generará de vuelta. Pero podés ser permisivo para la economía.

Eventualmente, esperarán un poco más, pero depende de cómo vayan avanzando con otras medidas. Por ejemplo, qué ocurra en el Congreso con las discusiones, cómo se comporte la brecha cambiaria de acá a febrero. Por lo tanto, es un problema que habrá que seguir monitoreando de cerca.

BL JL