El Congreso atraviesa un momento de transiciones y La Libertad Avanza busca acuerdos que permitan unificar bloques y asegurarse votos para llegar al quorum, según informó Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
El fin de semana concluyó con un cierre respecto a las especulaciones de que Cristian Ritondo fuera el presidente de la Cámara Baja como parte de un acuerdo entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Javier Milei. Hubo un cambio significativo, porque los acuerdos se tornaron individuales y la posibilidad de un pacto político con participación del PRO en diferentes partes de la nueva estructura de poder del gobierno no se materializó. Esto descartó la presencia de Ritondo como titular de la Cámara de Diputados, la cuarta posición en la línea de sucesión.
El sábado se oficializó finalmente a Martin Menem, el diputado nacional electo, como próximo titular de la Cámara Baja y sucesor de Cecilia Moreau. Esto confirma la tradición de que la línea sucesoria permanezca en manos de la misma fuerza política que lidera el Poder Ejecutivo.
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La situación podría haber sido otra, ya que, a partir del 10 de diciembre, el peronismo seguirá siendo la primera minoría en ambas Cámaras del Congreso. En la Cámara de Diputados tendrá una presencia significativa, con 105 miembros, mientras que JxC cuenta con 93.
Estos votos son cruciales para el próximo gobierno y, especialmente, para Guillermo Francos, el nominado ministro del Interior. Él deberá lidiar con la nueva agenda de la Cámara Baja, que ahora tiene una figura propia en la conducción, pero JxC está en pleno estado asambleario.
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La ausencia de JxC en la presidencia de la Cámara de Diputados multiplica los interrogantes sobre el futuro de esta bancada, que por ahora se encuentra en la oposición. El gran debate es determinar si actuarán como oficialismo u oposición a partir del 10 de diciembre. El debate es especialmente candente en el sector del PRO, donde Bullrich ha prometido el respaldo de 10 diputados. Estos podrían sumarse a la bancada de La Libertad Avanza, que tendrá 38 integrantes y podría alcanzar los 50 con el apoyo adicional.
Esto no es un detalle menor, ya que se necesita un total de 129 bancas ocupadas para tener quórum y poder sesionar. En la aritmética de La Libertad Avanza, los números para alcanzar el quórum aún parecen distantes.
Otro interrogante surge en el radicalismo, que tiende a unificar sus voluntades después de dos años con dos bloques en la Cámara Baja: uno orgánico, liderado por Mario Negri, y otro de Evolución Radical, conducido por Rodrigo de Loredo, que se referencia en Martín Lousteau. Ambos podrían unificarse y cubrir parte de la pérdida de bancas que sufrieron durante el recambio.
Esto llevaría a un aproximado de 35 bancas para el radicalismo, donde coexistirían posturas totalmente refractarias al gobierno de Milei y otras dispuestas a negociar. En la mesa de gobernadores, que para muchos suplanta la mesa nacional de JxC, hay una mayoría radical que rechaza el cogobierno y se compromete a hacer una oposición responsable. Cabe recordar que hay dos gobernadores del PRO y dos aliados suyos que se diferenciaban más en Horacio Rodríguez Larreta que en Bullrich, Marcelo Rego de San Juan y Claudio Poggi de San Luis.
En cuanto a la agenda legislativa del próximo Ejecutivo, surgirán interrogantes sobre un periodo de sesiones extraordinarias durante diciembre, enero y febrero, con un paquete de leyes que buscaría respaldo en la Cámara de Diputados. Aquí, la incógnita es si llegarán con esta ruta de viaje. El radicalismo va camino a unificarse, pero convivirá entre una oposición contraria a Milei y otra dispuesta a negociar.
El PRO, sin un sector de Bullrich, no pierde poder de fuego y continuará bajo la conducción de Ritondo. La Coalición Cívica, considerándose fuera de JxC, según un pronunciamiento de Lilita Carrió, junto con otros sectores adyacentes al PRO, podrían estar relacionados con los diputados que se referencian en el bloque liderado por el gobernador de Entre Ríos, Frigerio, o por Rego o Poggi.
No hay que olvidar a Emilio Monzó y a Nicolás Massot, cuya presencia y regreso, respectivamente, anticipan una posible relevancia en el PRO (o no), al servicio de estos gobernadores. Allí se abre la posibilidad de sumar a Ricardo López Murphy, quien podría recibir el respaldo de Frigerio para conformar un bloque con una perspectiva que aporte tanto votos como rechazos.
En ese caso, la otra gran figura es Miguel Ángel Pichetto dentro del bloque de JxC, que sostiene que deben ser oposición, y también podría recibir el mismo mensaje de articulación. Lo particular es que, en este cambio de aritméticas, con chances de partidas y regresos, nadie pone en duda que el arco de JxC como interbloque en la Cámara Baja pueda seguir sirviendo como un paraguas, siendo útil por fuera de los éxodos y las diferencias.
Sus principales dirigentes señalan que "de JxC, en términos políticos electorales, ya casi no queda nada", especialmente desde que Bullrich encaminó su aventura personal hiriendo los intereses de Macri, aunque sigue siendo una figura importante en la mesa que conducirá Milei.
En este panorama, el futuro electoral de JxC parece incierto. Sin embargo, como paraguas de sobrevida política dentro de la Cámara de Diputados, parece tener otro papel, que se alinea con las decisiones de los gobernadores. Aunque en este escenario todavía faltan definiciones, queda por verse cómo responderán a las heridas de lo ocurrido la semana pasada, después de que el último intento de JxC de participar en la conducción de la Cámara quedara en la nada.
BL FM
