Turquía recibe ayuda y acelera la búsqueda de sobrevivientes
Equipos de búsqueda y rescate de varios países arribaron este martes a Turquía y a Siria, mientras los rescatistas enfrentaban temperaturas y removían los escombros de las construcciones demolidas por el terremoto de magnitud 7,8 que impactó en la frontera entre ambos países.
La cifra de muertos superó los 7800 y se prevé que aumente. Argentina ofreció ayuda a través de los Cascos Blancos, de la ONU, tildados de títeres de la Casa Blanca por Rusia porque reciben fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Debido a la amplitud de la zona afectada y la nieve acumulada, muchos no podían llegar a las poblaciones arrasadas. Las voces que se percibían debajo de los escombros se iban apagando.
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La destrucción provocada por el sismo abarcó cientos de kilómetros en el sudeste de Turquía y la vecina Siria, derribó miles de edificios y acrecentó las penurias en una región alterada por los 12 años de guerra civil en Siria y la crisis de los refugiados y de los desplazados. Las réplicas que sacudían los hierros retorcidos y el hormigón dificultaron la búsqueda.
Solo en Turquía han sido rescatadas más de 8000 personas. Unas 380.000 han sido alojadas en refugios del gobierno; hoteles; centros comerciales y comunitarios: estadios y mezquitas. Algunos de ellos debieron permanecer a la intemperie envueltos en frazadas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que 13 millones de los 85 de habitantes del país se vieron afectados de una u otra manera. Declaró el estado de emergencia en diez provincias, y el número de afectados podría llegar a 23 millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
