"Llegamos por la noche escondidos, a hurtadillas, éramos sombras sin cuerpos: una fuerte custodia e imperativos gestos de algunos suboficiales para que hiciéramos silencio, ahogaron la ilusión de abrazar a nuestros familiares en la alegría del reencuentro. No hacía falta hacernos callar: el peso de la derrota que cargaba cada soldado se veía en nuestros gestos adustos y en las miradas perdidas. Cada uno procesaba íntimamente el infierno vivido, ese era un fruto demasiado amargo para digerir fácilmente. ¿Acaso estábamos listos para eso a los 18 o 19 años sin preparación alguna? ¿Cómo se pretende que no queden abiertas para siempre las heridas de una guerra tan desigual?".
Estas palabras pertenecen a Marcelo Lapajufker, soldado clase 1963, veterano de Malvinas y están escritas en su libro "Hay dos cartas sin abrir".
Tuve el honor de presentarlo en el año 2007 en el homenaje de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) al cumplirse 25 años de la Guerra de Malvinas y el primero que la comunidad brindaba a los veteranos judíos. El panel, acompañando al autor, se integró con los periodistas Edgardo Esteban, también veterano de Malvinas y Alfredo Leuco.
Ese fue mi último acto formal como director ejecutivo allí, tras trece años de trabajo.
Fue una acción de reparación que acercaba partes dispersas e ignoradas durante años. No cerraba definitivamente heridas, pero las acariciaba.
Dos veteranos de Malvinas son candidatos al Nobel de la Paz
Años después fui partícipe privilegiado desde mi rol de funcionario nacional de otro capítulo único e inmenso de reparación como lo es el Proyecto Humanitario de Identificación de los Héroes de Malvinas. Fue la concreción de un proyecto que nació en el Gobierno de la doctora Fernández de Kirchner, el cual se consolidó y cristalizó en la gestión del ingeniero Macri con 115 identificaciones sobre 121 tumbas que llevaban el nombre de "Soldado Argentino solo conocido por Dios" y continúa hoy en el Gobierno de Alberto Fernández, que agrega 1 más. Tres etapas que deben servir de ejemplo para mirar cuánto enseñan e impactan las políticas públicas inspiradas en el bien común, que son sostenidas en el tiempo más allá de los matices, correcciones y/o modificaciones. Acciones que son en beneficio de la gente y no de los funcionarios que son meros instrumentos en un momento determinado. Malvinas nos atraviesa y nos une en la exigencia del respeto a nuestra soberanía. Nos encuentra indivisiblemente juntos porque son nuestras, sin duda alguna.
Hoy, una vez más al cumplirse 39 años del inicio del conflicto del Atlántico Sur, es necesario el recuerdo y el homenaje porque las heridas abiertas en los familiares de los caídos y en los veteranos aumentan en la intensidad del dolor que producen. Porque el olvido las ahondan y el silencio rememora en ellos la indiferencia de aquellos días de sus regresos al continente por parte de una sociedad que se avergonzó de la derrota tras el engaño exitista y triunfalista de los militares que especularon con su supervivencia en el poder a costa de una guerra imposible.
Guerra de las Malvinas, por Martín Balza
El libro de Lapajufker trae las cartas que recibía de maestras y alumnos que, sin saber a quién enviaban sus palabras de admiración, aliento y contención, expresaban empatía, acariciaban y abrazaban a los soldados en sus soledades y miedos. Leerlas, junto a lo que como veterano él agrega de puño y letra, nos enseña y acerca, nos humaniza, nos permite leer de sueños, historias y sentimientos.
En el cementerio de Darwin frente a cada tumba ya con el nombre de cada héroe que allí descansa, supe de historias de vida, de dolores. de la ausencia, y presencié el reencuentro. Abrazos desde el alma sellados con lágrimas y en la paz que da el objetivo alcanzado, la tarea cumplida. La búsqueda concluida.
Dijo una vez en un discurso memorable Martin Luther King que nuestras vidas empiezan a terminar cuando guardamos silencio de las cosas que importan.
Debemos hacer que el 2 de abril nos conmueva de verdad porque es de las marcas relevantes de nuestra vida e identidad.
Encuentran la cédula militar de un excombatiente de Malvinas en un sitio de subastas
Que el homenaje y cuidado a los veteranos sea cada día, que el acompañamiento a las madres, padres y familiares sea sincero, espontáneo, continuo.
Y que nuestro compromiso por Malvinas sea irrenunciable, como indudable nuestra vocación por la paz y el diálogo como única herramienta.
* Claudio Avruj. Ex Secretario de Derechos Humanos de la Nación. Pte. Honorario Museo del Holocausto.