Nuestra democracia tiene una gran deuda con Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. En plena dictadura, supieron unirse frente al terror y marcaron el camino para el retorno de la democracia. En estos 43 años, encabezaron la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, transformando a nuestro país en una referencia mundial en materia de derechos humanos.
Entendemos que la salida a la crisis que vive la Argentina en los últimos años -y que se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19- es de manera colectiva, uniendo voluntades y esfuerzos. Y esa es una de las enseñanzas de las Abuelas, que surgieron del encuentro entre madres de detenidos desaparecidos para buscar a sus nietas y nietos apropiados por la dictadura. Hace 43 años que buscan la verdad, logrando restituir la identidad de 130 jóvenes.
Derecho a la identidad y colectivización del abuelazgo
Las estrategias de Abuelas son un legado para la gran red social que tiene nuestro país, avanzando con herramientas diversas y abriendo espacios de participación colectiva. Promovieron avances en las ciencias, en las leyes y en las representaciones sociales para llegar a abrazar a sus nietos. Aún hay cientos de ellos que viven privados de la verdad sobre su origen, y nos obliga a comprometernos desde el Estado y la sociedad en esa búsqueda.
El trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo tuvo, sin dudas, una gran trascendencia a nivel global. No solo por el reconocimiento internacional que tiene la institución, sino también por el aporte fundamental que hizo en el plano legislativo, en la lucha para que todas las personas puedan conocer la verdad sobre su origen y ser restituidos en su derecho a la identidad.
Abuelas y nietos en busca del derecho a la identidad
Se trata de derechos consagrados por la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en 1989 y ratificado por la Constitución argentina en 1994. Los artículos 7, 8 y 11 de esta Convención –referidos específicamente al derecho a la identidad– son denominados como “los artículos argentinos” ya que fueron las Abuelas quienes impulsaron a la comunidad internacional a incorporar estas cláusulas para velar por la identidad de todos los niños del mundo.
Son aportes centrales en la historia de la ampliación de derechos e indican que niñas y niños serán inscriptos inmediatamente después de su nacimiento y tendrán derecho desde su nacimiento a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos. También remarcan el compromiso de los Estados a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas.
Día del Derecho a la Identidad: Abuelas cumple 43 años y Estela de Carlotto, 90
Cuando decidimos poner en marcha el plan Argentina contra el hambre, Estela Carlotto sumó su compromiso a la epopeya a las que nos convocó el presidente Alberto Fernández. Recuerdo que, en una de las primeras reuniones que mantuvimos, nos decía: “Nosotros somos una organización de derechos humanos, mujeres que luchamos. Y ponemos a disposición de este plan nuestro sistema de tenacidad -siempre con respeto, pero con decisión firme- para buscar alternativas y acompañar, con la esperanza para cambiar esta situación de emergencia”. Esas palabras son para nosotros una enseñanza y un llamado a poner en marcha políticas públicas que estén a la altura de las necesidades y los desafíos que hoy tiene nuestro país.
* Daniel Arroyo. Ministro de Desarrollo Social de la Nación.
