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Después de que el león venció al tigre

El gobierno que se va deja una deuda de 88,4% del PBI al tipo de cambio oficial; la inflación, en 142,7% interanual; y el asado, gran promesa de campaña, con un precio que subió 950% desde 2019. Dependerá del nuevo mandatario aprovechar esta oportunidad para poner el país en orden.

El presidente Alberto Fernandez junto al presidente electo Javier Milei durante la reunión que mantuvieron en la Quinta de Olivos.
El presidente Alberto Fernandez junto al presidente electo Javier Milei durante la reunión que mantuvieron en la Quinta de Olivos. | NA / Presidencia

Se celebraron las elecciones y tenemos un ganador: Javier Milei. El economista se impuso 55,7% a 44,3% de Sergio Massa. Estos comicios tuvieron tres claros ganadores: Milei, Macri y Cristina. Ahora bien, ¿este resultado nos dice todo lo que debemos saber? La participación fue del 76%, un número muy por debajo de las elecciones 2015 (81%) y 2019 (81%). Desde esta perspectiva los resultados se leen de otra forma: 41% a 33%. Casi el 24% no fue a votar y casi 3% fue blanco o nulo.

Desde esta perspectiva, el presidente electo debe trabajar en la construcción de consenso, moderación en sus gestos y abandonar los delirios; porque la realidad dice que a la hora de los reclamos ese 27% que no se vio representado también va a protestar.

Conocido el resultado, se vio poca gente en los festejos, sea en el Obelisco porteño como en el Hotel Libertador. Lejos quedó la euforia del 2015 que acompañaba a Mauricio Macri. Hace ocho años se trataba de un voto esperanza, ahora reinó la bronca.

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El propio Alberto Fernández en el 2019 tuvo poco éxito en la convocatoria luego de su triunfo electoral. La gente ahora quiere resultados antes de acompañar presencialmente. El discurso del libertario a sus leales fue un poco más de lo mismo y la nota la dio Fátima Florez imitando al ganador durante su discurso, hasta que la reprendió Karina “El Jefe” Milei.

Sergio Massa acusó a Cristina Fernández de su derrota, y tiene razón. Fue evidente que en algunos distritos clave de la Provincia de Buenos Aires el kirchnerismo puro no se esmeró demasiado por lograr el triunfo de la boleta presidencial. En efecto, la derrota de “Ventajita” garantiza el liderazgo opositor de Cristina o de quien ella designe para la tarea ¿Será Axel Kicillof? Lo cierto es que desde lo profundo del conurbano se oye cómo las huestes de “La Capitana” rompen ladrillos y hacen cascote para darle la bienvenida al nuevo gobierno.

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La prudencia del primer discurso de Javier Milei, revela la presencia de Marcos Peña en el último tramo comunicacional de la campaña, que como el sol, siempre estuvo. La visita de Mauricio Macri al búnker, expuso que había un liderazgo que brindó la fiscalización para lograr el triunfo. Sin El Gato, no había fiscales ni cambio político. En efecto, Mauricio, el que no tiene socios, el que tal vez vaya por alguna privatización, lote bien ubicado o cargos para los suyos, comienza a ser quien guía los próximos pasos del nuevo Presidente Javier Gerardo “Baglini”.

Después de que el lepón venció al tigre

Las primeras declaraciones de Javier Milei fueron en dirección de desactivar las Leliqs, aunque el déficit primario y encarar la crisis económica desde una perspectiva geopolítica es prioritario como lo venimos diciendo en nuestro plan “Demos”.

Luego vinieron comentarios sobre el gasto, pero que demuestran desconocimiento por parte del presidente electo en la materia, y terminó por hablar de Aysa, los ferrocarriles y los medios públicos. Con esto queremos decir que hay que tener cuidado, porque como dijo Diana Mondino “El primer acto de corrupción de un funcionario es aceptar un cargo para el que no está preparado”.

Sumemos que el presidente electo manifestó su voluntad de vivir y trabajar en Olivos. Dijo que no irá a La Casa Rosada. ¿Afectará esta decisión su contacto con la realidad? Lo sabremos con el tiempo. Asimismo, Milei declaró “El ajuste lo va a pagar la política” y en respuesta Gustavo Weiss, Presidente de la Cámara de la Construcción, habló de 300.000 puestos de trabajo en riesgo debido al final de la obra pública.

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Por otra parte, Milei dijo que el nuevo gobierno no ayudará a los que tomaron créditos UVA, calificándolos de “temerarios”. Esto solo genera malestar social debido a que dichos préstamos fueron promovidos desde el gobierno de sus actuales socios políticos.
Estas declaraciones incendiarias se alimentaron con lo dicho por Mauricio Macri: “Los jóvenes no se van a quedar en casa y los orcos van a tener que medir muy bien cuando quieran hacer desmanes en la calle”

¿La juventud saldrá a la calle a defender violentamente las medidas del nuevo presidente? ¿Por qué no lo hizo durante su mandato? ¿Que motiva al gato a provocar a los opositores? Por su parte Javier Milei tiró un poco más de nafta al fuego “Se aplicará la ley y no me voy a dejar extorsionar”. La prudencia inicial se opacó en pocas horas, dando nuevamente lugar a la verborragia.

Sin dólares, no hay dolarización

Mucho cambió en pocos días. Desde el cierre de campaña, donde Milei junto a su hermana en el escenario, lloró por su perro Conan, recibió la visita de Patricia Bullrich y se hizo sentir la ausencia de Macri en un acto que no le llegó ni a los talones a la convocatoria del “Sí, ¡se puede!!” del 2019. Hace algunas semanas 200 economistas argentinos advirtieron sobre el peligro que implica el plan económico de campaña que impulsó el ahora presidente electo. Luego fueron 100 economistas internacionales los que advirtieron que si Javier Milei llegaba al poder habrìa “más devastación en el corto plazo y caos social”.

Por su parte, Mauricio Macri “el Destructor”, en las horas previas a la elección se mostró enfáticamente pidiendo el voto a Javier Milei, algo que no hizo por los candidatos de su espacio.
¿Qué país nos dejan?

Alberto Fernández asumió con el dólar a $70 y entrega el poder en torno a $1,000. La pobreza está en 40% y hay 4.000.000 de indigentes. La deuda del BCRA con los importadores es de US$ 50.000 millones, el acumulados de financiamiento en Leliqs es de 5,23 billones y la deuda aumentó US$ +90.000 millones, ubicándose en 403.000 millones; es decir el 88,4% del PBI al tipo de cambio oficial. La inflación se ubica en 142,7% interanual en octubre de 2023, y el asado, la gran promesa de campaña, su precio subió 950%. El desempleo se ubica en el 6,2%, mientras que entre los jóvenes es de 13%, algo que claramente explica el resultado de las elecciones presidenciales.

La pésima gestión de la cuarentena Covid-19, con los negocios por los insumos y las vacunas Sputnik, el vacunatorio VIP y los vuelos de Aerolíneas Argentinas a Rusia son parte del legado de Alberto. Sumemos los 130.500 muertos, el “trío pandemia”, Alberto y el megáfono en el velatorio de Maradona, la persecución a los runners, la payasa Filomena, el tecito de Alberto para curar la enfermedad, la gripecita de Ginés y “Salud es Ministerio”.

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Tampoco olvidaremos a Sara Oyuela, la jubilada que resistió al acoso de la policía de Rodríguez Larreta, la cuarentena bestial de Gildo Insfrán en Formosa y los desgarradores casos de Abigail Jiménez y Lara Arreguiz.

Cabe agregar las detenciones ilegales y los muertos producto del estado policial inconstitucional de Alberto, la vista hacia otro lado del Congreso de la Nación, el Zoom legislativo de Sergio Massa celebrado como si fuera un lanzamiento de la NASA y el Diputado “Chupateta” Juan Emilio Ameri.

Cómo olvidar los consoladores de madera y el gueto de Kicillof, la fiesta de cumpleaños de la primera dama Fabiola Yáñez y otros festejos clandestinos en la residencia de Olivos. Este fue también el mandato del lenguaje inclusivo, el estúpido gasto en el Ministerio de la Mujer y el juicio político a la Corte Suprema, las clases del presidente en la facultad y sus guitarreadas.

Se terminan cuatro años de gestión para el olvido. El Presidente Alberto Fernández que fue elegido para ser títere no deja legado. La farsa socialista se agotó, habiéndonos llevado a un nivel de deterioro histórico. Sin embargo, el populismo de Cristina sigue vivo en la provincia de Buenos Aires.

Dependerá del nuevo mandatario, cuya candidatura nació para dividir a la oposición, aprovechar esta oportunidad y mantenerse lejos de los vicios del populismo y uniendo a todos los argentinos.