Pasó que triunfó el posibilismo; y ello por diversas razones; veamos.
Volvió a imponerse la sumatoria de personas que no fueron a votar, sobre el total del padrón electoral, a lo que hay que agregar los votos nulos o en blanco.
Un importante sector del pueblo se cansó de la política y del instrumento útil para transformarla, el voto popular. Tal vez, porque los problemas mayores de la vida cotidiana (empleo, estabilidad, inmovilidad salarial, costo de vida, seguridad pública, tarifas, jubilaciones y pensiones), prosiguen irresueltos; la cotidianeidad ahoga la posibilidad de trazarse un proyecto de vida.
La campaña electoral estuvo concernida por una puja sobre quiénes serían los candidatos; del programa y del discurso programático, poco o nada. Algunos candidatos se basaron en su trayectoria política; legítimo pero insuficiente para la política; en efecto, una campaña electoral no se satisface con sólo contar lo que se hizo; es imprescindible anticipar lo que va a realizarse para lograr la plenitud de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
A ningún candidato se le ocurrió explorar en el proyecto político/económico contenido en el texto constitucional (art. 75, incisos 18, 19, 22 y 23 de la C.N.), y en las normas de mayor jerarquía del derecho internacional de los derechos humanos; muy especialmente, las disposiciones de los arts. 1.2 y 25 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Vale la pena, realmente, leerlos.
Día de la Soberanía|¿Sabemos cuidarla? Demasiadas invasiones dicen que no
La gran consigna electoral de todo el espectro opositor al gobierno de Javier Milei, con la sola excepción de la izquierda política, con inserción institucional, fueron las consignas posibilistas: “paremos a Milei” o “frenemos a Milei”.
Parar o frenar no indican adónde se quiere ir; sólo que estamos hartos del actual gobierno nacional.
Si de consignas se trata, más contenido sería proclamar “Patria sí; Colonia no”; “Proyecto nacional y popular sí; vasallaje no”.
Es totalmente inapropiada una campaña electoral que se agota en desprestigiar al otro, por muy ineficiente, perverso y caterva de delincuentes que sean.
Derrota electoral del Ampo nacional y popular
Se ha contraído una monstruosa deuda externa para tirarles un salvavidas de plomo al actual gobierno de Javier Milei,
Como siempre, el brutal endeudamiento operó por fuera del marco de facultamiento constitucional, que pone en cabeza del Congreso de la Nación el contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación y el proceder al arreglo de la deuda pública, interna y externa de la Nación (art 75, incs. 4 y 7 de la C.N.).
Debemos prevenirlo, esa deuda es nula de nulidad absoluta e insanable; no se debe pagar por ningún futuro Gobierno Federal que subsiga a la sumisión y entrega del gobierno de Javier Milei.
Desde luego, es de esperar que un coro de ignorantes proclame que “…eso no se puede hacer; se trata de deuda contraída por un gobierno legítimo…”.
A ellos les recomiendo leer, primero nuestra Constitución, y de seguido el art. 46 de la Convención de Viena sobre el Cumplimiento de los Tratados Internacionales, que exime de cumplir con las disposiciones de los tratados cuando lesionan normas fundamentales del derecho interno de los Estados. Y no hay nada más fundamental que la Constitución Nacional, cuya supremacía está consagrada en la cláusula más señera de la Reforma Constitucional del año 1994, su art. 36, que establece la nulidad absoluta e insanable de todo acto que subordine dicha supremacía, estableciendo la responsabilidad penal y civil de autores y partícipes; su inhabilitación a perpetuidad a ocupar cargo o función púbica, y la descalificación del art. 29 de la Constitución de “infames traidores a la patria”.
Otra advertencia más debo formular: La garantía de repago de esa deuda ilegítima es el conjunto de las riquezas y recursos naturales existentes en el territorio nacional y las empresas de capital estatal; hipoteca tácita favorecida por el art. 236 del Código Civil y Comercial de la Nación, desprotegiéndolas de la inmunidad soberana del Estado/Nación y violentando el art. 1.2 de los Pactos Internacionales de la ONU, que proclaman “urbis et orbe”, la titularidad de los pueblos sobre dichas riquezas y recursos naturales existentes en el territorio nacional.
La soberanía en la gestión Milei
Y a mayor abundamiento, sepan señores acreedores, que el art. 124 de la C.N. reconoce el dominio originario sobre las riquezas y recursos naturales existentes en su territorio. De allí que impulsamos leyes provinciales declarativas, adoptadas por diversos gobiernos provinciales para resguardar su dominio sobre ellas de la voracidad de los gobiernos nacionales endeudadores compulsivos y seriales, que no vacilan en comprometer lo ajeno.
Debemos recordarlo una vez más; a los acreedores no les importa tanto que se les devuelvan los dólares de sus préstamos. Porque los dólares estadounidenses los fabrica el Banco de la Reserva Federal de EEUU, como lo hizo por cifras de trillones de dólares durante los años 2008 y 2009, para preservar su sistema bancario, tras la estrepitosa caída de las hipotecas subprime. Imprimir 100.000 o más millones de dólares estadounidenses les puede llevar pocos días.
Lo que les interesa realmente es hacerse por pocos dólares de las riquezas y recursos no renovables de nuestro generoso territorio, cada vez más escasos en el Planeta Tierra, y utilizar nuestra situación geográfica para desparramar dominio imperial militar; ese y no otro es el verdadero negocio del MAGA.
Perdimos una oportunidad. No volvamos a hacerlo en el 2027.