OPINIóN
Elecciones 2019

La bisagra de la historia

Los argentinos no tenemos que elegir solamente autoridades, sino en qué país queremos vivir, con qué valores, estableciendo qué está bien y qué no.

Candidatos presidenciales en el Segundo debate. 20191020
Los candidatos a presidente de la nación se encuentran a debatir por segunda vez en la Facultad de Derecho de la ciudad de Buenos Aires. | Cedoc Perfil

36 años atrás, al pie del obelisco, Raúl Alfonsín cerraba su campaña presidencial de cara a los comicios presidenciales de 1983.

Fue un discurso breve, pero contundente, donde el candidato radical desmenuzó su análisis de la coyuntura pero, fundamentalmente, estableció criterios básicos sobre su visión de futuro para la Argentina.

Quizás la mejor, y más recordada, síntesis de aquel día sea el recitado del ‘rezo laico’, pero no fue sólo eso. Fue la denuncia de la realidad internacional, que bien podría asimilarse hoy a la realidad de Chile y Bolivia, fue el llamado al diálogo y el consenso, que bien podría entenderse hoy como la invitación a superar la grieta, fue la consulta sobre quién gobernaría, aludiendo a la falta de autoridad del candidato peronista, que bien podría encontrar correlato en la candidatura de Alberto Fernández.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El emocionante primer discurso de Alfonsín como presidente hace 35 años

Pero fue mucho más que eso. El rever el video emociona, la lectura de sus palabras nos interrogan como sociedad, porque más de siete lustros después muchos de sus análisis coyunturales siguen teniendo vigencia.

Su apuesta en 1983 fue decirnos a los argentinos que ‘no se trata solamente de elegir candidatos, aquí se trata fundamentalmente de ver si es posible que le pongamos realmente una bisagra a la historia argentina’, y como en un déjàvu, la encrucijada de la hora es la misma.

Los argentinos tenemos por delante una elección, pero no es una elección más. No tenemos que elegir solamente autoridades, tenemos que elegir en qué país queremos vivir, con qué valores, estableciendo claramente qué está bien y qué no. Se podrá disentir en las políticas, pero debemos acordar cuál es la política, cuáles son las reglas del juego, qué cosas aceptamos como sociedad y que cosas rechazamos.

Una tardía pero justa reivindicación de Alfonsín

Y la elección no es sencilla, porque debemos elegir entre presente y futuro. Porque tenemos que elegir entre cuestiones materiales e inmateriales. Porque la propia elección nos interpela sobre nuestra escala de valores y nuestros principios. Y como en 1983, hay que poner por delante intereses comunes y valores compartidos que nos hagan dejar atrás una historia que no queremos repetir. No dejaremos de tener diferencias ni defender proyectos diversos, pero tampoco nos dejaremos deslumbrar por los resplandores de las glorias del pasado. El momento es hoy y lo tenemos que construir juntos.

Y entonces sí, como dijera Alfonsín hace ya 36 años, ‘si alguien distraído al costado de camino cuando nos ve marchar, nos pregunta, como juntos, porque lucha, tenemos que contestarle con las palabras del preámbulo... que marchamos, que luchamos... ´para constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino´.