OPINIóN
Conflictos anacrónicos

Reparar la grieta

Que situaciones como las pandemia ayuden a poder superar rivalidades políticas y encontrar juntos una solución.

kicillof larreta 07082020
Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta. | NA

A todos nos gustaría poder superar (a través del ejercicio democrático de la buena política) las brechas que nos separan y que han demostrado ser tan dañinas para la mayoría de los argentinos y consolidar así el camino para una patria más justa, fraterna y solidaria.

Pero la historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban  superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos. Una idea de la unidad del pueblo y de la Nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales.

 Una idea de la unidad del pueblo y de la Nación crea nuevas formas de egoísmo

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La mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza  constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores. Hoy muchos utilizan el mecanismo  político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega a otros el derecho a existir y a opinar, y  para ello se acude a la estrategia de ridiculizarlos, sospechar de ellos, cercarlos. No se recoge su parte de verdad, sus  valores, y de este modo la sociedad se empobrece y se reduce a la prepotencia del más fuerte. La política ya no es así una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino sólo recetas.

Todo lo que expresé anteriormente en los últimos dos párrafos no son pensamientos míos, son palabras textuales del Papa Francisco (Fratelli tutti 11 y 15) dirigidos por supuesto a todos los países del mundo.

Con ellas, podríamos aplicar el mismo tenor de la carta del mismo Pontífice a un grupo de ex alumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción, de Santa Fe, frente a un reclamo que le hacían por su (aparente) no intervención en los temas vitales para los argentinos como el caso del aborto. En esa ocasión decía: "Me causa gracia cuando alguien dice; ¿Por qué el Papa no envía a la Argentina su opinión sobre el aborto? Pues la estoy enviando a todo el mundo (incluso a Argentina) desde que soy Papa".

Será que Argentina se proyecte hacia un nuevo modelo de convivencia que, desde el acuerdo, el consenso y la amistad social, pueda dar respuesta a los cambios epocales tremendamente acelerados por la Covid19

Si asumimos que estos dos párrafos que mencionamos al principio estaban dirigidos (también) a los argentinos ¿a quién o quiénes cree usted que especialmente se refería Francisco?

Por otra parte, sería pertinente  preguntarse si gobernantes, por un lado y opositores, por el otro, (y quienes los votaron), asumen que este mensaje está dirigido a ellos. Y, en este caso, ¿qué deberían cambiar para eximirse de semejante advertencia?

Es fácil echarle la culpa de todos los males al otro, pero "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra".

En todo el mundo, (y particularmente para nosotros en Argentina), se viven horas dramáticas que demandan un liderazgo creativo y reparador que no siga profundizando las divisiones y además de sanar las heridas profundas que está dejando la pandemia, se proyecte hacia un nuevo modelo de convivencia que, desde el acuerdo, el consenso y la amistad social, pueda dar respuesta a los cambios epocales tremendamente acelerados por la Covid19.

¿Será posible "poner a la Argentina de pié" esta vez? ¿Qué tendría yo que hacer para avanzar en esa dirección?

*Doctor de la UBA en Ciencias Sociales.