El legendario restaurante enclavado en el Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires y cerrado por la pandemia otorga el título que sintetiza los resultados electorales del 14 de noviembre.
El gobierno quedó contento porque se evitó la catástrofe que venían anunciando las últimas semanas. Recortó la distancia en la provincia sagrada de Buenos Aires, y pudo dar vuelta Chaco y Tierra del Fuego. Sin embargo, la mejoría no alcanzó a las provincias donde se elegían senadores, perdiendo seis de las ocho, incluso en las dos provincias dónde se especulaba que podía mejorar el resultado: Chubut y La Pampa.
Juntos por el Cambio, festejó con mayor intensidad por la consolidación como primera fuerza electoral, incluso subiendo levemente la cantidad de votos respecto a las primarias, También contabilizan triunfos contundentes como los de Entre Ríos (54,5%), Córdoba (54%) Mendoza (49,5%) y Santa Fe (40%). La intensidad de la “contentitud” desciende para quienes conducen el espacio en la medida que en las tres provincias emergen figuras políticas que reclamarán su espacio en la mesa de las decisiones (Rogelio Frigerio, Carolina Losada, el inoxidable Julio Cobos y Mario Barletta respectivamente).
La derecha radical festejó por la buena performance de Javier Milei en la CABA que obtuvo el 17% subiendo tres puntos desde las primarias, y porqué José Luis Espert trepó 2,4 puntos desde las PASO para arrimar 7,5% y ubicar dos diputados por Avanza Libertad, que quizás se sumen a los dos de La Libertad Avanza, aquí el orden de los factores probablemente afecte el producto.
La izquierda radical festejó porqué logró nominar como diputada a Myriam Bregman por el FIT-U en la Capital con un holgado 7,8%, pero un punto menos en la provincia de Buenos Aires, aunque le habilita el ingreso de dos diputados. Pero el verdadero festejo de la izquierda se da en Jujuy donde Alejandro Vilca pelea voto a voto el segundo lugar al Frente de Todos lo que le permitiría ingresar a la Cámara Baja. Incluso Florencio Randazzo que a pesar del magro resultado electoral llegaría al Congreso.
El Frente de Todos respira aliviado por sostener la minoría de la Cámara de Diputados por lo que lo más probable que es la siga presidiendo Sergio Massa. En cambio, Cristina Kirchner debe estar analizando es escenario con atención y quizás es la menos contenta del Frente de Todos, tendrá que negociar intensamente para conseguir el quorum que hasta ahora lo tenía asegurado. Pero ya no hay espacio para las cartas demandantes, el peronismo aun perdiendo recuperó casi novecientos mil votos.
El panorama global quizás ponga contenta a la alicaída sociedad argentina. Los resultados reducen la posibilidad de catástrofes, pero obligará a las fuerzas políticas a sentarse a negociar para resolver los problemas urgentes del país.
