POLICIA

Buscó al asesino de su hijo por siete años

Nélida Pérsico recorrió disfrazada durante siete años el barrio Rivadavia I del Bajo Flores.

Barrio Rivadavia I, Bajo Flores. Estas calles recorrió durante siete años Nélida Pérsico hasta encontrar al asesino de su hijo.
| Cedoc

Octavio Gómez, hijo de Nélida Pérsico, fue asesinado el 22 de diciembre de 2005 en el Barrio Rivadavia I, del Bajo Flores en la Ciudad de Buenos Aires. Además, hirieron de gravedad a un amigo de la víctima. El imputado estuvo prófugo durante ocho años, hasta que fue localizado por la propia madre, quien dio aviso a la Gendarmería. La fiscal Mónica Cuñarro solicitó 15 años de prisión para el acusado.

Se prevé que la de hoy será la última audiencia del proceso que tiene a Facundo Ezequiel Caimo como acusado, según consigna el portal oficial fiscales.gob.ar. Los jueces Martín Vázquez Acuña, Alberto Huarte Petite y Luis Salas, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1, dispusieron que este jueves se otorgara la posibilidad a Caimo de decir las últimas palabras, y tras ello emitir el veredicto.

La fiscal Mónica Cuñarro pidió 15 de años de prisión para Caimo por encontrarlo culpable de homicidio simple en concurso real con homicidio en grado de tentativa, agravado por la participación de un menor de edad. Capurro dio por probado que frente a la casa 690, Caimo junto a un grupo de entre 8 y 10 personas (que integrarían una banda conocida como “Los Quebrados”) encontraron a Octavio y su amigo. Armados, le preguntaron “¿Viste cómo te nos regalás”?, y mientras las víctimas intentaban alejarse, les dispararon.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El imputado estuvo en situación “de rebeldía” hasta abril de este año. La madre del joven asesinado, Nélida, emprendió una búsqueda personal hasta que logró dar con su paradero. Recorrió el barrio con un identikit que le habían acercado, disfrazada y con el cabello teñido de un color diferente.

Al dar aviso a la policía, le pidieron que “llamara nuevamente en unos minutos”, por lo que debió contactar a la Gendarmería, que fue la fuerza de seguridad que finalmente cercó y detuvo al joven. Nélida incluso había advertido sobre las posibles vías de escape de Caimo.

En diálogo con el portal judicial de la fiscalía, Nélida expresó que “tiene confianza en la justicia” y recordó a su hijo, quien estaba terminando la secundaria y tenía previsto empezar a trabajar en un hipermercado como cajero. A la par, expresó al diario La Nación: "Durante los años que busqué al acusado, nunca perdí las esperanzas. Sabía que lo iba a encontrar. Cuando lo empecé a buscar, sabía que al sospechoso le gustaba andar en motos de alta cilindrada y que usaba zapatillas del mismo color de las motos que manejaba. Caminé los pasillos sin compañía. Sólo me encomendaba a mi hijo Octavio y le pedía que me hiciera invisible para que nadie me descubriera".