Juan José "Cebolla" Navarro Cádiz, el principal acusado del doble crimen de Miguel Yadón y Héctor Olivares, declaró ante el juez de instrucción Mariano Iturralde. El detenido reconoció que se encontraba en el Volkswagen Vento junto a Juan Jesús "Gitano" Fernández el día del crimen, y que ambos "manipulaban" una pistola calibre 40, pero busco desvincularse de los homicidios al declarar que no recuerda quién de ellos disparó.
"Él recuerda haber escuchado detonaciones. Estaba muy borracho y drogado. Dice que llegó a su casa y se quedó dormido y al rato lo vino a buscar a su madre, lo subieron a un auto y se despertó en Montevideo", precisó su abogado Ramón Arigós en declaraciones al diario Clarín, y aseguró que el joven de 25 años "no recordaba" quién disparó.
El letrado sostuvo que su defendido "recuerda esa madrugada es haber estado solo, que compró petacas de whisky y vodka a 10 metros de su casa, consumió cocaína y más tarde se encuentra con Fernández que estaba en su auto esperando a una persona que había bajado a buscar algo".
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De acuerdo al testimonio de Navarro Cádiz, imputado como coautor de "doble homicidio agravado por alevosía y uso de arma", durante esa madrugada del 9 de mayo estuvieron con el "Gitano" Fernández manipulando el arma, que "se la pasaban" el uno al otro y “la revisaban", hasta que uno de ellos la tomó y se oyeron los disparos. En su declaración, el "Cebolla" negó que la pistola fuese de su propiedad y dijo que "nunca" disparó en su vida.
La Justicia dio esta semana un nuevo giro ante la falta de vínculos entre los imputados y los dirigentes asesinados. A más de 12 días de iniciada la investigación, el juez Iturralde y la fiscal Estela Andrades no encontraron aún un móvil y ninguna prueba que vincule a las víctimas con los siete imputados, a pesar de que en un primer momento trascendió que la hija de "El Gitano" Fernández, Estefanía Fernández, tenía una relación con Yadón.
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Los pesquisas no descartan que se trate de un doble crimen "absurdo y sin sentido" a partir de nuevos datos y algunos hallazgos surgidos en los últimos días y de los perfiles que empezaron a trazarse sobre los imputados. "Es una posibilidad que hayan ido a la plaza a probar ese arma sofisticada con mira láser y, aunque parezca una locura, eligieron al azar como blancos móviles al diputado y su asesor para matar porque sí, por pura diversión", dijo a Télam una fuente del caso.
Héctor Olivares, diputado nacional por La Rioja; y Miguel Yadón, funcionario de la misma provincia, corrían por la Plaza de los Dos Congresos, como todos los días, el jueves 9 de mayo pasado. Minutos antes de las 7 pasaron frente a un Volkswagen Vento estacionado en la zona y alguien les disparó desde el vehículo. Ambos fueron trasladados al Hospital Ramos Mejía de Balvanera: Yadón llegó sin vida y el legislador murió el domingo 12 de mayo, luego de intervenciones quirúrgicas para salvarlos.
AB/FF
