Víctor Stinfale vive su prisión preventiva lejos de la prisión: en su casa de la localidad de Ramos Mejía, ubicada en una de las zonas más lujosas de la zona oeste del conurbano bonaerense.
Pero el beneficio no tranquiliza al abogado de Diego Armando Maradona. A la sorpresa inicial de la detención por la muerte de cinco jóvenes en Time Warp, le siguió una profunda preocupación. Casi no recibe visitas, a excepción de su padre y sus abogados, entre ellos el mediático Matías Morla.
Durante su breve estadía en la cárcel federal de Marcos Paz, el presunto organizador de la rave de Costa Salguero tenía plena seguridad de que no pasaría mucho tiempo encerrado, debido a la cardiopatía que lo aqueja y que, por esa razón, la Justicia ya le había permitido no asistir a las audiencias del juicio por el atentado a la AMIA.
Desde el entorno de Stinfale indicaron a PERFIL que el abogado duda de que la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones falle a su favor. Cree que puede confirmar el procesamiento en su contra por los delitos de comercio de estupefacientes agravado y abandono de persona seguido de muerte, una decisión que podría conocerse antes de la feria judicial. Este diario pudo saber que lo que más preocupa al supuesto dueño de Energy Group, la firma que comercializa Speed, es la calificación de la causa en su contra. “Es muy grave”, dijeron.
En ese sentido, su ánimo y el de su familia no es el mejor: “Obviamente, está mejor, cómodo y más tranquilo en su casa que en la cárcel, pero esto lo derrumbó. Jamás pensó que lo iban a detener”.
Con esa seguridad, se presentó de forma voluntaria en el juzgado de Sebastián Casanello sin sospechar que el magistrado daría lugar al pedido que había realizado el fiscal Federico Delgado. Sin embargo, su estado de salud y su malestar espiritual no le impiden continuar “atendiendo asuntos de sus negocios”. Casanello, para evitar que se fugue o entorpezca la investigación por la tragedia en Costa Salguero, ordenó que llevara un dispositivo electrónico y que hubiera informes periódicos con relación al cumplimiento de su prisión domiciliaria en su lujosa mansión.