POLICIA
As no se puede

Cuarentona quiso violar a un hombre a punta de pistola

Se subió a su auto, le robó y lo obligó a tener sexo con ella. Como la víctima no se motivaba, quiso asesinarlo. Cómo se salvó.

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Un hombre circulaba por la calle Boulogne Sur Mer de la capital mendocina en su autmóvil Renault 11, cuando fue sorprendido por una mujer a la altura del Hospital Militar. "Seguí papito, ya vas a ver lo que es bueno", dijo la dama al subirse al coche y apuntándole con un arma de fuego.

La pasajera lo hizo manejar hasta un descampado, donde le ordenó parar, y le pidió que le entregue todo el dinero que tenía encima. El hombre, según declaró, accedió para evitar mayores inconvenientes. No sirvió: tras guardar el botín en su cartera, la mujer se subió la pollera, se sacó la bombacha y le exigió que se bajara los pantalones. "Ahora vas a ganar el cielo, mi amor", exclamó al trepar sobre él, y luego le advirtió: "Portate bien porque si no sos boleta mi amor".

Mientras le decía eso, contó el hombre, la mujer no dejaba de apuntarle a la cabeza. "Tenía tanto miedo que era imposible que tuviera una erección, lo que indignó a esa mujer", explicó. "Ella me decía 'dale, dale ¿o querés que te mate?'. Yo no sabía cómo hacer para satisfacerla, además era re-fiera y tenía aliento de dragón", puntualizó el mendocino.

La mujer, de unos 40 años, le dió un ultimatum:  "Si no cumplís, andá despidiéndote de este mundo". Esperó unos segundos, y al comprobar que sus amenazas eran inútiles, gatilló. El hombre tuvo suerte y el tiro no salió. Acto seguido, la agresora saltó hacia el asiento del acompañante, volvió a vestirse y huyó.

"Sentí que la vida volvía al cuerpo así es que arranqué y me fui derecho a casa, donde le conté lo sucedido a mi familia y luego fuimos hasta la Comisaría VI a radicar la denuncia", sostuvo el hombre. La causa quedó a cargo del fiscal de Delitos Complejos, Eduardo Martearena, según confirmaron fuentes de su oficina en los Tribunales de Mendoza al diario salteño El Tribuno.