Dos policías fueron encontrados culpables en el juicio por la muerte de Diego Cagliero, el músico de 30 años que fue baleado durante un caso considerado de "gatillo fácil" ocurrido en 2019 en la localidad bonaerense de Martín Coronado, aunque con carátulas con penas menores a la que aspiraba tanto la defensa como la querella que representa a la familia de la víctima.
El veredicto se dio a conocer poco antes de la medianoche del miércoles en el Tribunal 1 del Departamento Judicial de San Martín, luego de más de cuatro horas de deliberaciones sobre el hecho ocurrido el 19 de mayo de 2019 en la localidad de Martín Coronado.
El jurado popular encontró al policía Rodrigo Canstatt, de 26 años, culpable de "homicidio culposo" por negligencia por haber baleado a Cagliero tras una persecución originada después que junto a amigos discutieran con empleados de un supermercado Día por llevarse mercadería sin pagar.
También hallaron culpable al policía Sergio Montenegro, de 34 años, por tentativa de homicidio pero por exceso del cumplimiento del deber tras haber baleado a un amigo de Cagliero.
Caso Lucio Dupuy: cómo y dónde escucharán la sentencia las asesinas del niño de cinco años
Las sentencias a los policías se alcanzaron con diez votos del jurado sobre doce.
Si bien el juez del caso, Marcelo Machado, no dictaminó aún la sentencia, esos delitos no merecen penas superiores a los cinco años de prisión, y en el caso de Castatt, ya cumplió tres años y nueve meses detenido.
La fiscal de juicio, María Fernanda Billone, había pedido que los policías sean condenados como coautores del delito de "homicidio agravado por abuso de sus funciones" en distinto grado de participación, que prevé la pena de prisión perpetua, en acuerdo con la representación de la familia de Cagliero, encarnada en el abogado Fernando Sicilia.
Los abogados defensores señalaron que se trató de un caso de "legítima defensa" y, subsidiariamente, solicitaron que los jurados se decidan por un "exceso en legítima defensa" o un "homicidio culposo".
Cómo fue la secuencia anterior a la muerte de Diego Cagliero
El incidente se había originado cuando Cagliero se encontraba con seis amigos en un utilitario Fiat, tras asistir a un velorio, y habían protagonizado un incidente con empleados de un supermercado de la cadena Día.
Algunos integrantes del grupo habían intentado llevarse mercadería sin pagar y tras la discusión con el personal del establecimiento, devolvieron algunos objetos, aunque otros lograron llevarse.
Los empleados avisaron a la Policía y se originó un operativo de rastrillaje, que finalizó cuando la camioneta, que tenía inscripta el logo de la firma Aysa, fue cercada en avenida Márquez y Campó de Mayo.
Allí el conductor intentó hacer una maniobra evasiva y los dos policías abrieron fuego contra el vehículo, por lo que resultaron baleados Cagliero y uno de sus amigos, Mauro Tedesco.
Mientras el músico falleció por los disparos, Tedesco resultó gravemente herido, pero finalmente sobrevivió.
Los policías alegaron que contestaron una agresión a tiros por parte del grupo de Cagliero, pero las distintas pericias realizadas y el testimonio de otros policías que participaron del operativo coinciden en que los ocupantes de la camioneta no realizaron disparos.
La madre de la víctima tras conocer el veredicto: "A Diego lo volvieron a fusilar"
Adriana García, la madre de Cagliero, criticó el veredicto del jurado popular al señalar que su hijo "fue fusilado otra vez", aunque se mostró medianamente satisfecha porque los policías fueron considerados culpables.
"Son y serán culpables de la muerte de mi hijo hasta el último respiro de sus vidas", expresó al sitio No Ficción Web.
En el mismo sentido, recordó: "Diego murió a las 12 de la noche otra vez. Y ahí no fueron solamente los policías, fue la justicia y estos jueces inexpertos. Diego volvió a ser fusilado".
La madre del músico, que en el momento de su deceso estaba a punto de ser padre de un niño, consideró que "la Justicia no estuvo a la altura de las circunstancias" y advirtió, en cuanto al jurado popular, que "no se puede someter a doce personas comunes a juzgar a dos policías".
"Estábamos en una sala rodeados de policías, eso genera si o si cierta predisposición. Estuvo todo preparado para que la sentencia fuera de esta manera", lamentó.
En cuanto a la circunstancia de que un juicio por jurado no puede ser apelado, expresó: "Llegamos a donde pudimos, hay muchas familias que nunca llegan a llevar a miembros de la fuerza policial a juicio".
NA/CA/ED