Un ex efectivo de la policía de San Luis y una mujer fueron detenidos ayer acusados de haber participado del homicidio de un hombre, asesinado de tres balazos en el pecho hace casi una semana.
Una mujer, identificada como Sandra Páez Gitto, fue detenida en su casa de la manzana F del barrio Estrella del Sur, en la capital provincial. Páez Gitto fue apresada como la autora intelectual del crimen de Julio Olariaga (53).
Más tarde, fue detenido un ex policía en su casa en la calle Justo Daract al 1600. Hasta allí llegó personal de la División Homicidios y aprehendió a Matías Fernando José Balada, como presunto autor material.
Ambos acusados quedaron a disposición de la jueza Virginia Palacios, a cargo de la investigación.
El crimen ocurrió alrededor de las 21 del domingo pasado en la puerta de una vivienda situada en Abelardo Figueroa 841, de la capital de San Luis. Allí vivía Olariaga, quien trabajaba como empleado de seguridad de locales bailables de esa ciudad.
Fuentes policiales informaron a Télam que todo comenzó cuando, de acuerdo con la denuncia de Liliana Fernández (45), esposa de la víctima, ambos se encontraban en la vivienda y alguien golpeó a la puerta, por lo que Olariaga fue a ver quién era.
Según la mujer, en esas circunstancias oyó detonaciones de arma de fuego y al salir a la puerta encontró a su esposo baleado en el piso, por lo que llamó al 911 y a una ambulancia.
Las fuentes señalaron que al arribar al lugar, los médicos constataron que el hombre estaba muerto de tres balazos en el pecho.
El ex policía Balada estuvo involucrado en otro hecho policial ocurrido el 28 de octubre de 2013, cuando junto a su compañero, Jorge Chavero, en un procedimiento policial, le dispararon a Leandro Bustos, en el rostro, quien luego de varias semanas murió en un nosocomio de Córdoba.
Bustos quedó ciego a raíz del disparo de itaca con balas de goma y un mes después falleció en el Hospital Nacional de Clínicas por un virus intrahospitalario, según certificaron los médicos.
Los ex policías fueron acusados de “lesiones gravísimas agravadas por ser miembros de una fuerza de seguridad en abuso de su función y por el uso de arma de fuego” y meses después, se les otorgó la excarcelación.