La foto "casera" de la Junta Militar que publicó Carlos Maslatón: los comentarios sobre el cartel de fondo

Antes de que se cumpla un nuevo aniversario del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el abogado y analista financiero Carlos Maslatón compartió una foto "retro" del desfile del 9 de julio de 1976, donde se ve a la primera Junta Militar de Gobierno de la dictadura autodenominada como Proceso de Reorganización Nacional. La imagen no solo llamó la atención de los internautas por el texto que acompañó la imagen, sino también por uno de los carteles que se observan en el fondo de la misma.

"La foto fue tomada en mi presencia, en Avenida de Mayo al 600, por un amigo de Israel que me visitaba, en ocasión del desfile militar del 9 de Julio de 1976. Yo cursaba entonces Quinto Año Nacional", indicó el expanelista de Duro de Domar en la publicación que compartió en su cuenta personal de "X", la red social antes conocida como Twitter.

Maslatón hizo uso de sus redes en la que contó las conversaciones que mantenía con un profesor universitario cuando cursaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en esa época. En la imagen se observa a la Junta integrada por los comandantes generales de las Fuerzas Armadas, el teniente general Jorge Rafael Videla (Ejército), el almirante Emilio Eduardo Massera (Armada) y el brigadier general Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea).

En la fotografía tomada por el amigo del letrado, durante un acto que se realizó por el Día de la Independencia, los usuarios señalaron el cartel de Acindar, empresa del acero, industria y construcción que actualmente se encuentra en conflicto por la suspensión temporal de cientos de trabajadores, afectados por la paralización de la actividad de la siderúrgica.

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"Además del desastre que relatás, que fue cierto y que comparto un cien por ciento, la foto cobra valor como testimonio, no solo por lo tenebroso de esos tres personajes siniestros en el auto, sino porque la placa de obra que tienen atrás, muestra que Acindar no necesitó cerrar ni con los milicos", indicó un seguidor de Maslatón en los comentarios de la publicación.

"Con Acindar de fondo, nada es casualidad", manifestó otra cuenta como crítica a la crisis que enfrenta el sector industrial por la caída del poder adquisitivo y la retracción de la demanda, especialmente por el freno de la obra pública.

En 1975, antes del inicio del Gobierno de facto, tuvo lugar el inicio la represión a los obreros de Acindar, cuando se registraron detenciones masivas y asesinatos de obreros de la fábrica ubicada en Villa Constitución, Santa Fe. Delegados y dirigentes sindicales fueron las principales víctimas de la dictadura, y según el informe de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), se estimó que el 30,2% de los desaparecidos eran obreros.

Paralelamente, en la segunda mitad de los años setenta y principios de los ochente, la empresa experimentó un vasto crecimiento, favorecida por las medidas tomadas por la Junta, como la promoción industrial y la estatitación de parte del Gobierno de los pasivos de las compañías privadas.

La discusión por los desaparecidos

"Corría el mes de agosto de 1980, cursaba yo Penal Parte General en la UBA-Derecho. Mi profesor era secretario de la justicia federal criminal y correccional, eran solo seis juzgados entonces", comenzó diciendo Maslatón sobre las charlas que mantuvo con su docente, que en un comentario luego puntualizó que se trataba de Benjamin Zottele.

"Pese a que el Proceso no había caído en desgracia aún, en la Facultad se podía abordar el tema de los desaparecidos y los campos de concentración y exterminio del régimen", dijo sobre las conversaciones acerca de la teoría y la práctica de la ley y el delito. 

"El propio diario La Prensa, claramente derechista, lo hacía a diario a través de dos columnistas estrella: Jesús Iglesias Rouco y Manfred Schönfeld. Yo, además, como radioescucha de onda corta seguía el tema desde 1977 a través de la señal de Radio Suecia, en español para América Latina, y recibía por correo las listas de desaparecidos por envíos de amigos (no latinoamericanos) de Holanda, Finlandia y Suecia", agregó el expuntero político del presidente Javier Milei, hoy distanciados.

"En esas charlas con el profesor le planteaba siempre el tema desaparecidos y el de los habeas corpus que pasaban por sus juzgados. Un día, debido a mi insistencia, me dice: 'Maslatón, los desaparecidos que en paz descansen, pero yo quiero saber qué vamos a hacer con los 10.000 detenidos a disposición del Poder Ejecutivo por estado de sitio que se están pudriendo sin tener causas en contra'", prosiguió.

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"Esa frase, tal vez obvia, cambió mi forma de ver el tema hace ya 44 años, porque la verdad es que todo detenido a disposición del Ejecutivo había sido previamente secuestrado irregularmente y desaparecido, luego reaparecido por razón de una negociación barrani (en negro) y muchas veces monetaria con las autoridades de la dictadura del '76. O sea digamos, 'te respeto la vida, no te libero, pero por unas decenas de miles de dólares blanqueo tu detención ilegal y te la paso a oficial con decreto y todo'", escribió el abogado.

Y planteó: "Es inexplicable que las organizaciones de derechos humanos no hayan puesto foco suficiente (y masivo) en esta característica criminal corrupta de los golpistas de 1976 que 'no tenían plazos sino objetivos'".

"La discusión acerca de los 8.000 ó 30.000 desaparecidos que también pierde foco cuando no se valoriza debidamente en que fue el Estado el que secuestró, torturó, robó, mató, escondió los muertos, todo ello sin perjuicio de que el origen del desastre se inició con la misma democracia de 1973-1974 al existir dos organizaciones, E.R.P. y Montoneros, que decidieron romperla secuestrando, torturando, matando, hasta destruir el valioso momento político liberal de 1972 con el pacto entre los grandes partidos para dar por superadas las diferencias acontecidas durante 30 años de historia nacional", cerró Maslatón.

FP