POLICIA
el caso del convicto que se fugó en córdoba y mató a un taxista

‘La Hiena Humana’: el desprecio de su hija y el increíble detalle por el que volvió a la cárcel

José Carmona, de 59 años, lleva más de la mitad de su vida en la cárcel. Fue detenido por primera vez cuando tenía 16 años. A los 23 violó y mató a una adolescente de 16 en la provincia de Córdoba. Entre 1994 y 1997 asesinó a dos compañeros de la cárcel y fue condenado nuevamente. Pese a sus antecedentes y su condición de irrecuperable, desde 2014 gozaba de salidas transitorias para visitar a su pareja. En medio del partido Argentina-Croacia se fugó, robó un taxi y mató al chofer. Su hija dijo que “es la peor especie humana”.

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Medias enrolladas. El curioso detalle con el que lograron identificar a la Hiena, horas después del crimen del taxista. | MPA rosario

Hace poco más de un año Roberto José Carmona (59) se cosió la boca enfurecido porque los guardiacárceles no le permitieron acceder a un teléfono celular. La Hiena Humana –como se lo conoce por los atroces crímenes que cometió en los últimos treinta años; el último esta semana en medio de una increíble fuga que protagonizó a la hora del partido entre Argentina y Croacia– estaba preso en el Complejo Penitenciario II de Sáenz Peña, uno de los más temidos de Chaco. Nunca fue un preso sumiso, aunque en su legajo carcelario figura con “conducta ejemplar”.

Carmona es un femicida que pasó más de la mitad de su vida en la cárcel y cuenta, además, con dos homicidios intracarcelarios. Los informes psiquiátricos psicológicos nunca le dieron bien. Entre las tantas conclusiones, por ejemplo, se leen dos palabras demoledoras: “psicópata e irrecuperable”.

Con varias detenciones siendo menor de edad y dos condenas a prisión perpetua –la primera en el año 1986 por el femicidio de Gabriela Ceppi, una adolescente de 16 años a la que sometió sexualmente y ejecutó de un disparo en Córdoba–, igual obtuvo un beneficio a los que reclusos mucho menos peligrosos nunca acceden. Desde el año 2014 gozaba de salidas transitorias, aunque siempre bajo una estricta custodia policial.    

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La jueza Ligia Duca, a cargo del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 de Resistencia, es la que autorizó las escapadas para que el reo pudiera visitar a su pareja, en el barrio Las Violetas de Córdoba. “Se le permitían visitas de nueve horas diarias, durante tres días y cada cuatro meses; siempre con fuerte acompañamiento y custodia de personal penitenciario no uniformado”, justificó la magistrada esta semana, tras el nuevo crimen de la Hiena Humana. 

Según la jueza, a lo largo de estos años nunca hubo inconvenientes en los traslados “ni informes que indican revocarlos o suspenderlos”. Carmona solo estaba autorizado a visitar a su esposa porque por cuestiones de salud ella no podía ir hasta el penal. No tenía permiso para trabajar ni para estudiar.     

Este martes 13 de diciembre Carmona se fugó en medio del partido entre Argentina y Croacia. Los seis guardias penitenciarios afectados a la custodia se relajaron por el Mundial y el descuido fue aprovechado por el múltiple homicida, quien después de 36 años de encierro volvió a sentirse libre por un par de horas.

Sin embargo, ese instinto asesino que nunca evaluó la Justicia a la hora de otorgarle el beneficio hizo que un simple robo derivara en un asesinato. Carmona podría haber llegado más lejos si no hubiese decidido matar de una puñalada a Jesús Bocalón (46), el chofer del taxi que terminó convirtiéndose en su cuarta víctima fatal. 

Luego del crimen, corrió hasta el estacionamiento de un supermercado de la zona y le robó el auto a una mujer. No fue muy lejos. No conocía la zona y tampoco sabía dónde ocultarse. Se sumó a los festejos por el triunfo de la Selección, pero gracias a un curioso detalle pudo ser identificado entre la multitud: llevaba las medias enrolladas hacia abajo, una seña particular que advirtió un efectivo que estaba abocado a su captura. Ese dato fue dado a conocer esta semana por el diario La Voz.

Carmona es uno de los presos que cuentan con más asesinatos en su prontuario, superado entre otros por Carlos Robledo Puch, que cometió once crímenes entre los años 1971 y 1972, y Luis Iribarren, alias “el Carnicero de Giles”, condenado a perpetua por asesinar a cinco familiares, entre ellos sus padres y sus dos hermanos.    

El 14 de enero de 1986 la Hiena cometió su primer asesinato y ocho años después volvió a matar. En 1994 le quitó la vida a un compañero de la cárcel con quien supuestamente mantenía una fuerte disputa por el liderazgo del pabellón. Así sumó una condena extra a 16 años de prisión. En el año 1997 mató a otro interno, Demetrio Pérez Araujo, y recibió una segunda condena a prisión perpetua. 

Los conflictos permanentes endurecieron sus condiciones de encierro, motivaron varios traslados y obligaron a las autoridades a disponer de una custodia especial. En estos años pasó por varias cárceles provinciales. Estuvo en Córdoba, Corrientes y Chaco. La semana pasada, después de matar al taxista, fue alojado en el penal de Bouwer y este viernes fue enviado a la cárcel de Cruz del Eje. 

No recibirá visitas. Ni podrá volver a salir. Su propia hija, en una entrevista que mantuvo con la periodista Leonela Dovo de ElDoce.tv, mostró un total desprecio hacia su padre. “Es la peor especie humana”, dijo. 

“Es difícil de entender seguramente, pero ella –por su mamá y expareja de Carmona– fue otra víctima porque su psicopatía hizo que ella pensara que era un buen tipo”, agregó la mujer. 

La hija del múltiple homicida reconoció que no tiene contacto con su padre. “No sé nada de ese hdrmp. La peor especie humana, despreciable. Siento asco”, respondió y remarcó que “nunca quiso saber nada de ese parásito.

 

La situación de los guardias

El fiscal de instrucción Horacio Vázquez, a cargo de la investigación por el asesinato del taxista Jesús Bocalón (46), manifestó a los medios locales que trataba de determinar si la fuga fue planeada o sucedió por negligencia, e imputó a Roberto Carmona (59) por los delitos de “evasión, homicidio criminis causa y robo calificado por el uso de armas”.

El funcionario judicial también imputó a los seis guardiacárceles del Servicio Penitenciario de Roque Sáenz Peña (Chaco) que tenían a cargo la custodia, provincia donde cumple condena.

Desde el martes pasado, los seis guardiacárceles chaqueños permanecen detenidos e imputados como presuntos autores del delito de “favorecimiento de evasión”. 

En ese sentido el fiscal también espera informes oficiales de la Justicia de Ejecución Penal y del Servicio Penitenciario del Chaco, a los efectos de conocer si se cumplieron las “condiciones procesales y de seguridad” para el traslado de Carmona a la provincia de Córdoba, adonde viajaba cada cuatro meses para visitar a su pareja.