En mayo de 2022, el empresario Lucas Hernán D'Adamo fue acusado de disparar 11 veces contra la casa de su peluquero, Carlos Alejandro Monteverde, en un hecho registrado en su domicilio de Ramos Mejía. Ahora, una fiscal pidió la elevación a juicio luego de idas y vueltas sobre las pericias que buscan determinar la imputabilidad del sospechoso y después de que la víctima denunciara varias amenazas de muerte que ocurrieron tras el hecho.
El requerimiento de elevación a juicio fue realizado por la fiscal Alejandra Núñez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de La Matanza, que pidió que "de manera excepcional" un tribunal de la jurisdicción de Quilmes realice una nueva pericia sobre el acusado. El objetivo es precisar si D'Adamo es imputable o no por los delitos de "abuso de armas agravado, amenazas agravadas, portación de arma de fuego de uso civil y portación ilegal de arma de guerra".
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Según la acusación fiscal, el dueño de Glass-Ten, una empresa dedicada a la fabricación de vidrios especiales laminados para el sector automotriz, disparó contra la fachada del domicilio de Monteverde, peluquero que ha trabajado con importantes figuras como el ex presidente Néstor Kirchner y el astro del fútbol Diego Maradona.
Las balas impactaron en una de las ventanas de la Citroën Berlingo de la víctima, ubicada en la puerta del garaje, en una reja y la ventana del living donde estaba el estilista y su esposa. Monteverde se salvó de milagro, según se desprende del expediente, ya que uno de los proyectiles le rozó la cabeza.
Fuentes judiciales relataron a este medio que el acusado circulaba a bordo de un auto BMW negro y que gritó: "Te voy a matar, hijo de puta, vos que estás en la SIDE". Además, luego de ser capturado reconoció haber "consumido alcohol y entre 0,5 y 0,7 gramos de cocaína", algo que realizaría de forma frecuente, y que no comprendía la gravedad de sus actos.
Al realizarse un allanamiento en su casa, se le encontraron seis armas de fuego, de las cuales sería usuario legítimo, y una de ellas tenía un "silenciador de fabricación casera". También tenía un arma de guerra, sobre la cual no tendría permiso.
En primera instancia, los peritos psiquiátricos oficiales consideraron que el agresor "no entendía la voluntad" de lo que había hecho y lo declararon "inimputable" por haber ingerido cocaína antes del ataque. También se apoyaron en el testimonio de su hermana, que dijo que tras la muerte de su padre en 2018 "su hermano se desbordó.
"Comenzó a acusar a la gente de pertenecer a la SIDE, a los empleados de la fábrica y que vendían información suya", dijo la mujer, al mismo tiempo que "decía que había micrófonos" escondidos en su escritorio y otros lugares.
En sus conclusiones, las especialistas indicaron que D'Adamo presentaría "una patología endógena crónica del orden de los trastornos mayores del estado del ánimo con síntomas psicóticos, en comorbilidad con abuso de sustancias psicoactivas de uso problemático, asentado sobre un trastorno de la personalidad".
Por ese motivo, el acusado fue trasladado a la Unidad 10 de Melchor Romero, donde funciona como un neuropsiquiátrico, donde actualmente sigue alojado. Allí, se le indicó continuar con un tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico bajo la modalidad de internación".
Presuntas "irregularidades" y repetición de las pericias
La fiscal Núñez ordenó la repetición de la pericia psiquiátrica después de que el Dr Rafael Herrera Milano, perito de parte de la víctima, manifestara "contradicciones y errores insalvables" que tendría el diagnóstico hecho por las licenciadas Patricia Fariña, Patricia Córdoba, María Elisa Cella y Liliana Capano.
"De la lectura del informe en cuestión se desprende que el mismo está sustentado únicamente en los dichos del entrevistado, más no se hace referencia alguna a la eventual comprobación de los mismos en base a las constancias del expediente", se lee en el documento oficial, cuestionamiento que también se le hace a la entrevista realizada a la hermana.
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En el nuevo examen psiquiátrico, las peritos volvieron a considerar inimputable a D´Adamo pero esto fue desestimado por las autoridades, ya que se comprobó que una de las especialistas tenía una relación de amistad con el perito de parte contratado por el sospechoso, Andrés Alberto Mega.
Las especialistas fueron apartadas de la causa por los motivos que se encuentran en investigación, luego de ser denunciadas por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
"Como corolario, y rozando lo irónico, el peritado posee decenas de armas de diversos tipos y calibres, las cuales debieron ser obtenidas mediante los exámenes psíquicos de rigor que exigen las autoridades", opina el perito Herrera Milano en una de sus presentaciones.
Notas amenazantes y un "ataúd"
Ahora, se llevará a cabo una tercera pericia psiquiátrica por parte de Departamento Judicial de Quilmes, la cual tendrá lugar el próximo 4 de agosto. "El hecho de padecer una enfermedad mental y manifestar que el día de la comisión de un delito se consumió cocaína, no es suficiente para determinar que al momento del hecho no pudo comprender ni dirigir sus acciones. Menos aún cuando no hay datos objetivos que sostengan esta hipótesis", es otro de los argumentos que tomó en cuenta la funcionaria judicial.
Tras el ataque a su casa, Monteverde denunció que recibió varias amenazas de muerte y que incluso llegó un pequeño ataúd de madera con una bala en su interior.
"No declares" y "Dejá de denunciar, última advertencia", fueron las frases que pudieron leerse en los textos amenazantes que recibió la víctima, una de ellas en una carta que tenía un proyectil pegado, mientras que las letras habían sido recortadas de diarios y revistas.
El peluquero, por otro lado, plantea que el ataque fue premeditado, ya que sucedió el 18 de mayo de 2022, día del Censo Nacional, por lo que el empresario sabía que se encontraría en su casa junto a su familia.
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