POLITICA
Elecciones 2023

Las 6 señales con las que La Libertad Avanza intenta instalar una narrativa de fraude electoral

Las acusaciones contra la Gendarmería y la entrega de un bajo número de boletas se suman a las declaraciones de los dirigentes y a una estrategia que ya se aplicó en otros países.

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El candidato presidencial argentino Javier Milei gesticula el día del acto de cierre de su campaña. | La Libertad Avanza NA

Por primera vez en 40 años de democracia y a dos días del balotaje, el concepto de “fraude electoral” está presente en la agenda política, en los títulos de los medios y en los discursos de una parte de la dirigencia. Se trata de una de una “narrativa de fraude”, ya que en los hechos no existió ninguna denuncia formal ante la Cámara Nacional Electoral acerca de la transparencia de las elecciones presidenciales de octubre. Sin embargo, la idea penetró tanto que en los últimos días escaló a confusos intercambios entre las autoridades y La Libertad Avanza que no hicieron más que alimentar este fantasma.

Durante la entrevista con Jaime Bayly, Javier Milei puso en dudas el sistema electoral. Cuando el periodista le preguntó si se trataba de un proceso “limpio”, el economista respondió: “No, está muy influenciado por el poder político. Quien cuenta los votos es el que controla todo”. Sin embargo, y aunque no sea menor semejante declaración por parte de un candidato a presidente, es necesario observar otras señales que fue dando La Libertad Avanza en el último tiempo para comprender de qué manera, para un sector de la sociedad, la idea de fraude resulta creíble.

Esta semana, La Libertad Avanza acusó a la Gendarmería de modificar actas electorales con una presentación basada en “informantes anónimos” y “publicaciones de redes sociales”. Unos días antes las autoridades electorales habían advertido que en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal el partido había entregado un número “sustancialmente” bajo de boletas para que sean repartidas el 19 de noviembre. Además, ninguna autoridad de la alianza pudo confirmar que se hubieran denunciado 4500 irregularidades en el interior del país en octubre, tal y como informó Guillermo Francos el mismo día de las generales.

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Javier Milei 20231116
El cierre de campaña de La Libertad Avanza en Córdoba.

Mientras que los dirigentes con responsabilidad electoral dentro del partido solo aceptan responder preguntas en off, en las redes sociales los militantes y algunos referentes libertarios agitan el robo y rotura de boletas y siembran dudas sobre el conteo de votos.

Desde La Libertad Avanza insisten en que solo quieren extremar recaudos para evitar inconvenientes. Sin embargo, las similitudes entre sus movimientos con los de otros partidos de ultraderecha del mundo habilitan la interpretación de una posible estrategia. El concepto de fraude cala en un sector de la ciudadanía que está convencido que en la Argentina todo funciona mal y hasta puede llegar a motivar el voto de algún indeciso. La pregunta es de qué manera puede impactar esta discusión si el resultado del domingo es demasiado parejo.

A continuación, una por una las señales con las que La Libertad Avanza intenta instalar una narrativa de fraude electoral.

1. Acusación contra Gendarmería en base a “informantes anónimos” y “redes”

El último gran episodio que ubicó la palabra “fraude” en el centro de la escena fue la presentación que hizo La Libertad Avanza, el jueves 16, en el juzgado electoral de María Romilda Servini contra la Gendarmería. Los apoderados de la alianza Karina Milei y Santiago Viola denunciaron que una vez que cierran los comicios y las autoridades de mesa se retiran de las escuelas, los gendarmes “cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican en favor del partido gobernante y de Sergio Massa”.

La hermana de Milei y Viola sostuvieron que su fundamento está en trascendidos de los medios de comunicación, de las redes sociales y de informantes anónimos. El documento ensaya escenarios y dice: “En algunos casos modifica los números asentados en las actas y, en otros, cambiarían directamente el acta en cuestión por otras con firmas imitadas”. Más todavía, aseguran que se trata de un “fraude colosal”.

La jueza Servini les respondió con la ley: en su escrito, la magistrada aseguró que los fiscales están autorizados a acompañar las urnas durante todo el circuito, desde que salen de las escuelas hasta que llegan a la Junta Electoral y emitió resoluciones para todos los juzgados del país para subrayar que es una posibilidad. Sin embargo, también les recordó a los libertarios que el Comando Electoral está en manos del Ejército.

Fraude electoral: el fantasma que agitan desde las redes sociales del entorno de Milei

En diálogo con PERFIL, una persona con responsabilidad electoral de La Libertad Avanza insistió en que el escrito “no fue una denuncia” -a pesar de la gravedad de las supuestas maniobras de los gendarmes-, que el único objetivo es “garantizar la transparencia” y, aunque en la primera parte de la conversación repitió que solo iban a avanzar con pruebas y no a partir de trascendidos, reconoció que la base de esta presentación fueron comentarios anónimos.

En términos mediáticos la maniobra puede haber sido efectiva, ya que generó ruido y sumó puntos para la desconfianza. Sin embargo, La Libertad Avanza sumó un nuevo obstáculo: “En base a lo que pasó, estamos reorganizando la fiscalización. Vamos a necesitar que los fiscales ahora también puedan estar presentes en esa etapa de la elección y hay que considerar que son personas, que arrancan el día muy temprano y que estar 20 horas en los comicios puede ser complicado”.

2. El misterio del bajo número de boletas entregadas en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal

Unos días antes de la acusación contra Gendarmería, el 13 de noviembre, la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires informó que La Libertad Avanza había entregado un número “sustancialmente” bajo de boletas para ser distribuidas por las autoridades el día del balotaje. Al día siguiente, Viola declaró: “Hemos tomado la decisión de redoblar los esfuerzos a través de nuestros fiscales para que sean ellos quienes cuiden y repongan nuestras boletas cuando sea necesario".

Desde el partido explicaron que se trató de una “decisión política” y que el objetivo es evitar que se roben o se rompan boletas. La pregunta es de quién dicen desconfiar, ya que no lo explicaron. “Sabemos que es algo que pasa siempre”, repiten en off desde LLA.

En esta maniobra no se cometió ningún delito. La legislación prevé que el Estado le otorga el dinero a los partidos para imprimir boletas, que son responsabilidad de cada uno. Sin embargo, en el afán de que la distribución llegue a cada rincón del país, las Juntas Electorales ponen a disposición la logística a través del Correo Argentino.

La decisión de que en provincia de Buenos Aires se entregara un número bajo de boletas fue de Sebastián Pareja y Guillermo Ferraro y aunque no todos estuvieron de acuerdo, se procedió de la misma manera en la Ciudad de Buenos Aires.

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Karina Milei y Santiago Viola, los apoderados de La Libertad Avanza.

En la provincia, las autoridades no establecieron un mínimo de boletas que cada partido debía entregar y en la Capital Federal sí. En los dos distritos, los números fueron bajos aunque suficientes para que la elección se desarrolle con normalidad.

Cada mesa tiene un total de 350 electores. Las estadísticas indican que si vota el 70% del padrón el número se reduce a 300. “Si te vota la mitad de la gente o la mitad más el 10% estás hablando de 165 boletas”, explicaron desde LLA. En Capital Federal el partido entregó 150 boletas por mesa más un paquete de contingencia de 100 boletas. En la provincia, según la sección, enviaron entre 85 y 90 más un paquete de contingencia de 100.

El resto de las boletas que los libertarios decidieron no entregar a las autoridades se van a repartir entre los fiscales de mesa y los fiscales generales.

Aunque el número puede ser suficiente, los procesos electorales suelen ser complejos. Por eso, la Junta Electoral de Capital Federal les advirtió a los apoderados de LLA que ante la eventual falta de boletas en mesa será “su exclusiva responsabilidad”.

“No se entiende qué quisieron hacer. Quizás fue sembrar dudas nomás. ¿Pero qué pasa si sucede un problema y el fiscal que debía reponer el domingo se quedó dormido? Si tenés un margen de tiempo sin boletas y se te viralizan dos videos ya tenés un impacto fuerte en la opinión pública”, se lamentó una persona que forma parte del proceso electoral pero que también prefirió el off.

El movimiento anti Gendarmería también generó un conflicto interno. Cuando en TN le consultaron a Victoria Villarruel sobre el tema, la candidata dijo que debían responder Milei y Viola y aseguró que ella defendía a los gendarmes.

3. Las -supuestas- 4500 denuncias en el interior de las que habló Guillermo Francos pero que nadie contabilizó 

Pasadas las seis de la tarde, el 22 de octubre, Guillermo Francos habló con la prensa y dijo que se habían hecho “4500 denuncias de fiscales sobre rotura de boletas y robo de boletas en todo el país”. “Son denuncias que hemos hecho para ver cómo se computan las boletas que están rotas y si pueden ser válidas o no”, agregó. Ese día utilizó la palabra “irregularidades”.

Sin embargo, hasta el momento La Libertad Avanza no pudo confirmar si el número de denuncias que informó Francos fue ese y cómo siguieron esos procesos en las juntas electorales provinciales -ya que a nivel presidencial jamás se habló de denuncias-.

El fraude de Milei, terraplanismo electoral

“La palabra ‘denuncia’ muchas veces se toma directamente como aquello que se formalizó en la Justicia, pero eso no siempre es así. Si una persona viene y nos transmite algo que sucedió pero nos dice que no tuvo ganas de hacer el acta o de tomarse el tiempo no significa que el episodio no haya ocurrido”, fue la respuesta de la fuente libertaria consultada por PERFIL. “Es como con el robo de celulares: todos saben que se roban 400 millones pero que la gente no denuncia”, agregó.

Más allá de la insólita respuesta, la fuente confirmó que el número de denuncias que comunicó Francos no se contabilizó.

4. Plataformas, streamers e influencers satelitales

En paralelo a las declaraciones de Francos, en las redes sociales comenzaba a crecer el hashtag “hubo fraude” de una manera, en apariencia, coordinado. Uno de los primeros canales de YouTube potentes en subirse a la idea fue Break Point. Durante una salida, Eugenia Rolón e Iñaki Gutiérrez (los encargados de manejar las cuentas de TikTok de la fórmula presidencial), le hablaron a sus seguidores. “Hagamos tendencia en Twitter ‘Fraude’. No importa que no tengamos los resultados todavía, ya hubo fraude”.

El tema tuvo mayor y menor visibilidad con el correr de los días y su intensidad fue diferente en las distintas plataformas. En X, a principios de mes, se agitó durante días una convocatoria a una marcha contra el fraude el 5 de noviembre. A pesar de que los mensajes tenían potencia, en la práctica se trató de una manifestación con bajísima convocatoria.

A días del balotaje, los grupos libertarios de Facebook y de Telegram son los más activos con este tema. En esos espacios, las alertas están encendidas.

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Este domingo se define el próximo presidente.

Las plataformas sirven como canal para viralizar contenidos que, a simple vista, podían parecer pruebas cabales de fraude. En estas semanas se vio de todo: videos de urnas vacías, telegramas con errores en su transcripción, imágenes de boletas abandonadas en baldíos y testimonios -anónimos- de supuestos testigos de las maniobras. Más allá de que muchas de esas piezas fueron debidamente explicadas o puestas en contexto por las autoridades, lo cierto es que La Libertad Avanza no recogió ninguna de manera formal para hacer la denuncia correspondiente.

Desde la mesa chica que conduce el proceso electoral a nivel nacional aseguraron que, a pesar de la inmensa cantidad de acusaciones que circulan en redes, como partido presentaron una sola denuncia en la provincia de Buenos Aires. “A una fiscal le mandaron un mensaje por WhatsApp diciéndole ‘que no se te ocurra presentarte a fiscalizar el 19 de noviembre porque la vas a pasar mal. Sabemos dónde vivís’”, contaron a PERFIL

5. Dirigentes libertarios coquetean en público con la idea de fraude

Además de las declaraciones de Milei sobre la supuesta falta de transparencia de los comicios, la lista de dirigentes libertarios que coquetearon en público con la idea de fraude es larga. Como referentes del espacio, cada una de sus publicaciones en redes suele tener un fuerte alcance entre sus seguidores.

Solo por mencionar algunos ejemplo: la diputada electa Lilia Lemoine llamó a fiscalizar y escribió “no es contra Massa, es contra el fraude”. El dirigente bonaerense Agustín Romo compartió un video con la leyenda “un solo voto mal cargado es fraude”. El diputado electo Alberto “Bertie” Benegas Lynch publicó un flyer con la cara de dirigentes peronistas y aseguró: “Muchos chorros, mafia de campañas sucias del miedo, el fraude y el apriete, los del discurso de la mentira para proteger sus privilegios y no perder control sobre los pobres que ellos crean para perpetuarse en el poder”.

El candidato a presidente, además, sumó un nuevo cuestionamiento en estos días al sistema electoral. A través de su cuenta de X, advirtió que INDRA, la empresa a cargo del escrutinio provisorio, es “amiga” del presidente reelecto de España, Pedro Sánchez. Esa posición también generó cierto cortocircuito entre los libertarios -al menos público- ya que Fernando Cerimedo, el apoderado digital de La Libertad Avanza, utilizó la misma red para bajarle el precio a la declaración de Milei. En respuesta a una publicación que replicaba el mensaje del economista, el consultor respondió: “Así es. Pero hemos podido auditar el código fuente y todos los procesos. Inclusive lo hacemos en tiempo real durante la elección”.

6. Ideas de exportación: los casos de Estados Unidos, Brasil y Bolivia

Que en la Argentina sea novedosa la palabra “fraude” en el discurso público no significa que no sea un tema recurrente en otros países. En Brasil y Estados Unidos, los partidos de Donald Trump y Jair Bolsonaro -espacios con los que se referencia Milei- también denunciaron los sistemas electorales. Entre los que estudian los ascensos de las nuevas derechas no es ninguna novedad que la instalación de este tipo de mensajes obedezca a algún tipo de estrategia política.

En Estados Unidos, el consultor de ultraderecha y amigo de Trump Roger Stone popularizó la consigna “stop de steal” (dejen de robar) en el 2016 y que terminó por ser el slogan con el que sucedió el asalto al Capitolio en enero del 2021. Dos meses antes el republicano había sido derrotado en las urnas y, desde entonces, su espacio se aferró a la idea de que los comicios no habían sido transparentes. El asunto escaló al plano judicial y en el Estado de Georgia se abrió una investigación que ya imputó a 19 personas entre las que está incluido el expresidente.

En octubre, la abogada de Trump, Sidney Powell, se declaró culpable de seis delitos que incluyen la extorsión y la conspiración para cometer fraude electoral. La hipótesis de los investigadores es que el grupo intentó acceder a los sistemas electorales para manipularlo. En enero será el juicio.

Desde La Libertad Avanza alientan el fantasma del fraude: "Pusimos menos boletas para que no nos roben"

En Brasil, Bolsonaro lleva construyendo la idea de fraude desde hace años. Incluso cuando ganó las elecciones, el expresidente aseguró que la diferencia hubiera sido mayor. Sin embargo, el asunto terminó de explotar en octubre del 2022 cuando fue derrotado por una mínima diferencia por Lula da Silva.

Bolsonaro y los dirigentes de su espacio -entre los que se encontraba Cerimedo- alimentaron la teoría de fraude y el caos social se tradujo en el asalto al Palacio de Presidencia. Él mismo compartió videos con información falsa y luego declaró ante la policía que lo había hecho por error y bajo el efecto de medicamentos. El Tribunal Superior Electoral lo inhabilitó para ejercer cargos públicos hasta el 2030. En agosto de este año, el hacker Walter Delgati declaró ante una comisión del Congreso que el expresidente le había prometido un indulto a cambio de simular un fraude con las urnas electrónicas.

El caso de Bolivia es algo diferente y el fantasma del fraude allí tuvo un impacto mucho mayor. En el 2019 Evo Morales se presentó por su cuarto mandato. El día de las elecciones el sistema de transmisión de resultados preliminares se cortó sin explicaciones y se reactivó 24 horas después. La falla generó una revuelta social que devino en la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA). El organismo internacional avaló las denuncias y elaboró un informe que se convrtió en uno de los principales argumentos en favor del ascenso de Jeanine Añez y la detención de las autoridades electorales.

Dos años después, un informe realizado en conjunto por autoridades bolivianas y la Universidad de Salamanca estableció que efectivamente había sucedido un problema durante el conteo preliminar de los votos, pero que no había tenido incidencia en el definitivo. Las autoridades que estaban detenidas fueron sobreseídas.

La instalación de ideas de fraude no es ningún invento argentino. El asunto en el país fue tomando gravedad y, por ejemplo, la Cámara Electoral Nacional inició una investigación para determinar el origen de una fake que replicaron desde LLA. Algunos dirigentes habían afirmado que desde la cuenta de X del organismo se había likeado posteos a favor de Massa. Sin embargo, sea lo que sea que haya ocurrido con ese “Me gusta” la idea de que la entidad trabaja para el oficialismo quedó dando vueltas.

GL / ED