Antes de la marcha de este jueves que organiza el gremio que lidera Hugo Moyano, en medio de una tensa pelea con el Gobierno, su sindicato decidió avanzar con medidas de fuerza. Los recolectores de residuos afiliados en el Sindicato de Camioneros anunciaron este jueves que trabajarán a “reglamento”. Ayer, se sumaron a la medida, luego de una asamblea, las ramas de transporte de caudales y combustibles.
El reclamo que motoriza estas medidas es un bono de 9 mil pesos que los afiliados reciben hace seis años y consideran un “derecho adquirido”. Este año, se intentó buscar un arreglo donde los empleados afiliados en Camioneros aceptarían una baja en un cálculo de antigüedad para viabilizar el bono. Sin embargo, no hay acuerdo aún y las autoridades del gremio, Pablo y Hugo Moyano, decidieron avanzar con una medida parcial, pero que evita la posibilidad de que se interponga una conciliación obligatoria, como en el caso en que se declare una huelga.
“Si en cada turno se cargaban cien cajeros, ahora los trabajadores del transporte de caudales cargarán unos cuarenta”, explicó a PERFIL una fuente gremial al tanto de las medidas. La misma coincide, además, con un fin de semana previo al paro convocado por La Bancaria para los días lunes y martes de la próxima semana. Por eso se espera que pueda tener un impacto en la disponibilidad de billetes.
Este incipiente plan de lucha de Camioneros, deja aún la puerta abierta a una medida de fuerza en regla, que paralice la distribución de dinero y combustible; y se detenga la recolección de residuos. Según contó PERFIL, el sindicato de Moyano tiene en carpeta planes de contingencia que incluyen paros escalonados por actividad (otro “truco” moyanista clásico para evitar que una conciliación obligatoria desactive la protesta). Se habló, incluso, de llenar la Ciudad de Buenos Aires de camiones en caso de que la Justicia decida detener a Pablo y Hugo Moyano.
El objetivo de las medidas adoptadas estos días es ir calentando la semana de la marcha de protesta donde el moyanismo espera mostrar su poder de movilización, a pesar de la falta de aliados entre los principales secretarios generales de la CGT. Uno a uno, han ido confirmando en declaraciones públicas que no apoyarán la protesta, que Hugo Moyano inició como un reclamo de su sindicato, pero luego fue extendiendo a una protesta contra el Gobierno que aspira a ser la de mayor impacto tras dos años de gestión de Cambiemos.
La convocatoria se inició en una cumbre en Mar del Plata, organizada hace un mes, donde Luis Barrionuevo fue el anfitrión de la reunión de su sector y el moyanismo. Luego, los dos triunviros que representan a las ex CGT Azopardo y Azul y Blanca, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, refrendaron el apoyo del Consejo Directivo de la CGT. El rechazo de los “Gordos” e “Independientes” estaba definido de antemano, pero esta semana también se bajaron los representantes del barrionuevismo.
Acuña fue el primero en anunciar que su gremio no iría, luego Barrionuevo descalificó la convocatoria. “En esta pelea personal no nos metemos. Estamos por el documento que se elaboró en Mar del Plata y que aprobó la CGT, donde advertimos sobre todos los problemas que hay con los trabajadores y los jubilados. Se desvirtuó. Se fue para otro lado”, aseguró el gastronómico. Además, calificó que los motivos de la convocatoria son “judiciales” y que el problema de fondo es la pelea entre Moyano y Macri.