Fueron más de dos horas de reunión. Marcos Peña, Rogelio Frigerio y los cinco gobernadores de Cambiemos, sumados a representantes de Hacienda, Producción, el Banco Central y AFIP, debatieron sobre un paquete de medidas que el jefe de Gabinete confirmó que las anunciará Mauricio Macri el próximo miércoles.
La fecha no es casual: el martes se conocerá el número de inflación de marzo, que ya anticipan que superará la de febrero y podría ser mayor al 4%. Poco sentido tendría, para un gobierno que suele ser puntilloso a la hora de planificar la comunicación política, que las medidas sean anunciadas antes de que se difunda esa cifra y terminen completamente eclipsadas.
En conferencia de prensa, Peña no quiso anticipar ninguna de las medidas a anunciar. Solo se limitó a afirmar que no se trata de un “plan” sino un “conjunto de medidas” para hacer frente al contexto económico. Mientras tanto, fuentes gubernamentales reconocieron que hasta el miércoles se seguirán afinando las medidas. La principal traba es fiscal, ya que el Gobierno no tiene mucho margen para ampliar gastos producto del acuerdo de déficit cero acordado con el FMI y planteado en el Presupuesto.
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Lo poco que filtró el Gobierno es que habrá medidas que apuntarán a contener la inflación, sobre todo en el marco de cambios dentro del programa de Precios Cuidados. “Nadie habló de congelamientos, sino de acuerdos de precios”, enfatizó el radical Alfredo Cornejo al salir de la Casa Rosada. La aclaración no es menor ya que la sola mención de la palabra “congelamiento de precios” generó resquemores en las filas del Gobierno.
Se sabe también que habrá medidas apuntadas al consumo (retomar planes de cuotas, descuentos para jubilados y beneficiarios de planes), al crédito (rol activo de la Anses) y a alivianar la carga de las tarifas (¿se buscará subsidiar a los sectores industriales más acuciados?). También puede haber medidas específicas para cuestiones regionales, atendiendo a reclamos específicos de los mandatarios provinciales.
Cornejo también fue el encargado de asegurar que los gobernadores habían visto “receptivo” al Gobierno. “Y no solo de lo planteado por los radicales”, explicó, dejando en claro la intención de los mandatarios de la UCR de emparentar sus reclamos con los de Vidal y Rodríguez Larreta. A pesar de la buena sintonía, el Presidente no pasó a saludar en ningún momento de la extensa reunión, pese a que estuvo en su despacho y dejó la Casa Rosada recién pocos minutos antes de las 19.
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No fue la única reunión en unas jornadas frenéticas en la Casa de Gobierno para pulir las medidas necesarias. Más temprano, Dante Sica y Gustavo Lopetegui también estuvieron con Peña definiendo caminos a seguir. La presencia del secretario de Energía es una clara señal de que el tarifario también está en el menú de temas a tratar.
Y quien llamó la atención fue Martín Lousteau, quien estuvo al mediodía, reunido durante una hora con el presidente Macri. Según explicó el propio Peña, fue la continuación de una reunión que habían tenido la semana pasada. Fuentes cercanas al diputado explicaron que era una cuestión “técnica”, vinculada a la economía, que había quedado pendiente del último encuentro. Dos reuniones en menos de una semana despertaron suspicacias respecto al futuro del ex ministro de Economía, quien es impulsado por sectores del radicalismo como eventual vice de Macri.
Con un ojo puesto en la crisis económica y el otro en el panorama electoral, el Gobierno diseña un paquete de medidas para dar una respuesta. Tanto a la sociedad como a sus socios políticos, que ven que la campaña electoral, en este contexto, se hace cuesta arriba.
